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Gar, ¿Tú tienes el apunte de química?
Dick, dime por favor que tomaste foto a la pizarra. Artemis, ¡Eres mi última opción!
"¡¿Alguien tiene el apunte de química que me pase?!" Escribió desesperado Conner en el chat de la clase B-6. No comprendía por qué demonios el apunte la clase del venticinco de febrero le hacía falta. En la hoja correspondiente únicamente estaba escrita la fecha y era el apunte que le daba el pase para completar su calificación aprobatoria. Y oh no, todo menos recursar química. Nadie le advirtió de aquello. Estaba a punto de llorar, llorar de verdad. Hasta que, un número sin registrar mandó una fotografía del apunte completo. Conner observó la pantalla de su celular, mordió su labio y ahogó un lloriqueo de felicidad. Hacía tres segundos su cuerpo estaba nadando en estrés y ahora solamente se se sentía aliviado. El maravilloso y único sentimiento que te emana el conseguir el apunte por el que tanto rogaste.
Una vez terminó de pasar aquellas fórmulas e información a su cuaderno y posteriormente a su lap top, Conner puso atención a ese pequeño detalle. ¿De quién era ese número que no había registrado? Tomó su celular y accedió a la información de usuario. -Tim -leyó cuidadosamente para no confundirse o equivocarse. Apartó el teléfono y puso su mente a trabajar-. Tim -repitió. ¡Claro! El chico callado del salón. Por poco se olvidaba de él. Timothy no solía hablar mucho, así que casi nunca lo notaba. Probablemente las únicas veces que intercambiaron palabras fue cuando Conner llegaba temprano al aula y sólo había dos o tres personas, entre ellas el chico pelinegro. -Si no habla tanto ¿cómo consigue esas buenas calificaciones en participación? -En fin. Conner alzó los hombros, dejó la pregunta en el aire y se apresuró a registrar el número con el nombre de su respectivo dueño Ahora ya sabía a quién tenía que agradecer.
