Prólogo

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Aquella tarde más temprano:

—¿Cuándo pensabas decírmelo Fabien?

— ¡Vamos! no es lo que tú crees, ella sólo es una amiga que necesitaba ayuda

— Ayer una prima,una clienta...

—Mira... petit, estoy diciendo la verdad pero me estás ofendiendo y mucho

—Tenían razón mis amigas

— Otra vez con eso....oye hagamos las paces

—Pero es que yo...

—¿Qué te molesta?...¿Acaso no soy tu prometido?

—Supongo

—Deja de ser boba, y ya dame un beso

después del beso

—¿Tú me quieres?

—¿Otra vez?— dijo Fabien perdiendo la paciencia

— Contéstame Fabien solo quiero eso

— Si lo hago pero ya me estás cansando eres insufrible

—¿Porqué?

—Porque eres tú la que no lo hace, siempre con dudas te dije que me dejes demostrártelo hace tiempo, pero tú nada sigues con pensamientos antiguos

— Pero y si ¿me abandonas?

—¡¿Sabes que?! ... ya me cansaste, vamos devuélveme la sortija, andando

—¡ja! esto no puede ser cierto

—Es mejor así, esto no puede durar ni un minuto más, para que tengo a alguien que no cumple mis expectativas,una mujer que es una insegura, contigo no hay futuro

—¿Estás terminando conmigo?

—Absolutamente SI

—Esto debe ser un malentendido, discúlpame Fabien

—Toda la vida es lo mismo contigo

—¿Qué dirá mi familia?, ¿nuestras amistades? que vergüenza...¡no!

—Dame lo que quiero hace tiempo

La joven no lo podía creer estaban terminando con ella, bien que mal ella estaba ligado a él; un año para ser exacto. Hoy era su aniversario, hoy él debía pedirle que sea su esposa y no terminar con ella. No se lo podía creer, sólo empezó a llorar desconsoladamente cual niña pierde algo

—Eres irritante, cálmate ¿si?

—¿Cómo quieres que lo haga?

—Todo este tiempo te aguanté. Eres una egoísta

—¡Basta! no quiero escuchar

— ¡Oye! no me gusta ver a nadie llorar eso es de débiles, en vez de eso vamos a mi departamento, ahí podremos estar más cómodos

—¿Nosotros solos?

—Claro, de esa forma te perdonaré el mal momento de ahora

Ella vio la lujuria en los ojos de aquel hombre

"El hombre que te ama de verdad, no te propone nada obsceno ni te pide la prueba del amor" le dijo su madre, cuanta falta le hacía

— ¿Me estás chantajeando?

— Te propongo un trato, tan simple como eso

No era simple entregarle lo único que tenía su pureza a alguien y menos en esa coyuntura, sus principios eran tan fuertes que de sólo imaginárselo le dio pánico

Una Oportunidad por una RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora