Mía's POV.
Me desperté a las 7:30 a.m. y enseguida entré al baño para asearme. No puedo creer que hoy por fin me voy a Londres a estudiar. Luego de bañarme y cambiarme bajé a desayunar y ví a mi madre desayunando mientras intentaba no llorar con todas sus fuerzas. Sé que quiere llorar porque se está mordiendo el labio mientras mira hacia todos lados, siempre es igual.
-Mamá, ¿estás bien?--Me acerco mientras ella me dirige una tierna mirada.
-Si, corazón. Es sólo que voy a extrañarte tanto--Dice eso, se levanta y me abraza con todas sus fuerzas.
-Yo también voy a extrañarte, pero sabes que en 2 meses vamos a vernos cuando vayas y que además vamos a hablar todos los días, no?--Le digo mientras le acaricio la espalda suavemente.
-Si, amor, lo sé.--Mira a su reloj y se pone pálida, como si hubiera visto un fantasma.--Pero mira la hora que es! Dale, desayuna rápido asi pasamos a buscar a Ana y vamos al aeropuerto.--No entiendo por qué debo apurarme si hay muchísimo tiempo aún.
Anastasia, o como yo le digo, Ana, es mi mejor amiga. Ella se queda aquí estudiando, pero ya dijimos que ella va a ir todas las veces que pueda a Londres ya que el dinero para ella no es problema y puede tomarse un avión todos los días si así lo quisiera, pero claro, debe estudiar también. Ana va a estudiar Psicología, así que en 3 años ya va a haber terminado los estudios y se va a ir a vivir a Londres conmigo.
Desayuné rápido, ayudé a mi madre a subir las maletas al auto y fuimos a buscar a mi mejor amiga a la casa. Cuando llegué, me llevé la mayor sorpresa de mi vida. Todos mis amigos estaban ahí con camisetas con alguna foto juntos impresa debajo de una pancarta de 20 metros de largo que decia ''Te vamos a extrañar, Michulis! Te amamos <3''. Corrí y abracé a todos y cada uno de ellos como sino hubiera un mañana. Los amo tanto, son los mejores amigos del mundo.
-No puedo creerlo, chicos.--Dije llorando de la emoción.--Voy a extrañarlos tanto.--Me puse a llorar aún más fuerte y se escuchó un gran ''aww'' por parte de mis amigos y mi madre. Todos mis amigos me abrazaron y fue el abrazo grupal más hermoso y emotivo de la historia.
-¿Vamos yendo al aeropuerto, hija?--Me dijo mi madre luego de estar 15 minutos hablando y tomándonos fotos con mis buenos amigos.
-Claro, voy a extrañarlos mucho.--Dije poniendome a llorar de nuevo.
Ana me abrazó fuerte.-Vamos yendo, Michulis.
-Tengo miedo de no conseguir ningún amigo allá en Londres.--Le confesé a Ana.
-Quedate tranquila, seguro vas a tener un amigo a quien molestar todo el día.--Hizo ese comentario y reimos las dos.
Cuando llegamos al aeropuerto fuimos a dejar mis maletas enseguida ya que se estaba haciendo tarde y quería embarcar sin apuros.
-¿Por qué siento que no voy a verte nunca más, mi vida?--Me dijo mi madre llorando y abrazandome.
-Tranquila, ma, vamos a hablar todos los días y en dos meses vamos a estar tomando un café bajo el Big Ben, verdad?
-Verdad. Es solo que--se corta y toma aire--voy a extrañarte tanto. La casa se va a sentir vacía.
-Nah, Ana va a ir a molestarte, verdad Ana?--Dije mirando a Ana.
-¡Claro! Nunca te voy a dejar sola, Clementina.--Le dijo a mamá mientras la abrazaba.
-Ow, gracias Anita.--Mi madre abrazó a Ana de vuelta y yo sentí que mi corazón iba a explotar de la felicidad que sentía. Tenía a la mejor mejor amiga y a la mejor madre del mundo entero.
-PASAJEROS DEL VUELO 711 POR FAVOR ABORDAR.--Se escuchó en un parlante y supe que ahí había llegado el momento de despedirse.
-Te amo, mamá. Prometo llamarte apenas llegue a Londres y todos los días.--La abracé con todas mis fuerzas mientras las dos llorábamos.
-Yo también, hija. Tu padre estaría muy orgulloso de tí, lo sé.--Me dió un sonoro beso en la mejilla y me alejé.
-Ana, eres la mejor mejor amiga del mundo, en serio. Muchas gracias por todo y espero verte pronto. Te adoro.--La abracé y cuando me acerqué le pedí que cuidara a mi madre en un susurro.
-Yo también, amiga. ¡Ya te extraño! Y sí, lo prometo.--Nos sacamos una selfie de despedida.
Entregué mi pasaje y entré a la zona del freeshop. Antes de que quisiera darme cuenta, ya no veía más a mi madre ni a Ana.
*Ya te extrañamos, mandanos fotos desde el avión si puedes. Mamá xx*--Sonreí al ver ese mensaje de texto y guardé el celular.
Cuando por fin entré y me senté en el avion, me acomodé en mi asiento y saque mi iPod. Me puse a escuchar Lego House de Ed Sheeran. Dios, cómo lo amo. El avión despegó y para cuando me quise acordar, la azafata me estaba preguntando qué quería para cenar.
Luego de unas 8 hs, estabamos llegando a Londres. Salí del aeropuerto luego de hacer todos los trámites y tomé un taxi para llegar a la residencia de mi universidad. Cuando llegúe, me anoté y me dieron la llave y el número de mi habitación. Mientras estaba en camino a mi habitación pensé ''por favor que no sea una amante de las fiestas que hace ruido todo el tiempo y no deja estudiar'', de verdad quería concentrarme en mis estudios.
Llegué a mi habitación, que era la 911 y abrí la puerta. Al entrar, me encontré con una chica que estaba acomodando sus cosas en su parte de la habitacíon. Tenía pinta de ser simpática.
-Hola, soy Mía, pero me dicen Michulis.--Le dí una sonrisa.
-Hola, Michulis, soy Angie, me dicen Angie.--Reí a su comentario y pensé que podríamos llegar a ser muy buenas amigas.
