Finalmente había llegado el gran día, Na Jaemin, Lee Jeno y Huang Renjun unirían sus vidas para siempre, después de tanto tiempo buscando el lugar adecuado para contraer matrimonio se decidieron por Australia país de origen de uno de sus mejores amigos.
Los 3 estaban nerviosos pero felices de finalmente poder estar juntos sin miedo y sin ocultarse.
Cada uno estaba en una habitación distinta, pero con las mismas emociones, Renjun por su parte ya estaba en el altar asegurándose de que todo esté en orden y esperando con ansias que el momento llegue, Jaemin estaba terminando con su cabello ya que él había querido utilizar un sustituto para el velo luciendo así más bonito y Jeno él se estaba muriendo de los nervios y estaba siendo calmado por su menor Jisung, ninguno podía esperar más para que su momento iniciara.
Mientras los 3 estaban concentrados en sus pensamientos el momento llegó, los invitados empezaron a llenar los asientos, el padre fue preparándose para dar inicio a la ceremonia y Renjun se encontraba ansioso por ver a sus prometidos cruzar por la gran puerta.
Las campanas empezaron a soñar y con eso empezó la entrada de los novios, Nana iba agarrado del brazo de Jeno y del de su suegra al igual que Jeno solo que él iba agarrado del brazo de su cuñada, Renjun los veía con una sonrisa mientras esperaba que llegaran a su lado y cuando lo hicieron pudieron dar por iniciada la ceremonia.
Todo iba bien, ya habían intercambiado los votos y todo ese rollo que ya le estaba hartando a Jeno, él lo único que quería es llegar ya al momento del beso y como si sus plegarias fueran escuchadas el padre que le había caído mal pronunció las tan esperadas palabras "Ahora son maridos y hombre, pueden besarse" y como si eso hubiera sido combustible para Jeno el inmediatamente junto sus labios con su Nana y después con su Junnie.
Los 3 estaban finalmente juntos como esposos y nada los tenía más contentos, por lo que después de haber contraído nupcias decidieron empezar con su celebración y así lo hicieron, todos se la estaban pasando bien que no se percataron el momento en el que los recién casados se escabulleron al jardín para poder estar solamente ellos, mientras veían como el cielo iba oscureciéndose para dar paso a la noche mientras ellos se hacían una promesa silenciosa, en el día de su boda durante su celebración los tres se prometían amor eterno e incondicional sobre todas las cosas.
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