Navegando en un mar de soledad donde hay tanta belleza en mí alrededor, pero no debía sentir nada por esto, todo perece, no hay nada por lo que vivir en este mundo. Todo es limitado y más donde yo estoy cerca; pues, ¡yo soy la muerte! Todos se alejan de mí, y tiene sentido que lo hagan. Aunque mi intención no es la que se me atribuye. Me consideran el destructor de toda vida, el purgador de la maldad, aplacador de la inocencia, recolector de almas... soy el mayor de los pesares; así lo exclaman. Si todo es puesto de esta manera, tiene sentido ser temido.
No me visualizo como todos me plantean, pues, me considero su salvador. Solo les concedo el descanso de los problemas, de las adversidades de la vida donde la más pizca esencia de pureza es corrompida. Veo caras felices que anhelan un descanso, otras tantas tristes que luchan por sobrevivir y otras que andan sin rumbo por la existencia, cuyos cuerpos están vivos, pero sus almas se niegan a aceptar que están vacías. Los estoy librando de toda esta corrupción, de toda maldad que la vida les ofrece. Yo soy el salvador, la vida los condena.Aunque hay quienes reconocen que soy el bueno de la historia y vienen hacia mí personalmente, estos entienden que solo yo puedo despojarlos de su dolor, de su angustia…, aflicciones. Yo puedo sanar las heridas de su corazón, heridas que les ocasionó la vida.
Sin embargo, me sorprenden ciertos seres que encuentran la felicidad, algo tan difícil de encontrar, tan escaso, dentro de tanta maleza. Me sorprenden porque simplemente se dejan purificar, sin mostrar voluntad de supervivencia, sin mostrar rastro de querer seguir viviendo, “¿Por qué sentirse realizado tras ser feliz? ¿Por qué no continuar y tratar de seguir siéndolo?” preguntaba. Pues, tanto miedo expresan hacia mí, por qué solo al encontrar la felicidad sienten que es el momento de esperar mi llegada. No entiendo que me exigen los seres vivos.
Con solo mi tacto, todo acaba, todo llega a su fin. No puedo sentir cariño, ¡no debo sentir cariño! Ni muchos menos misericordia. Ese cariño y misericordia proclamaría el que estas pobres y desgastadas almas no encuentren su reposo. No importa lo mucho que se esfuercen por evitarlo.
Aunque ya entendí, ya todo está claro para mí, me temen, entonces, me temerán por siempre.¿Qué es la vida?, en un tiempo me hacía la pregunta hasta que hallé la respuesta: La vida es una dulce y reconfortante mentira, mientras yo soy una terrible y cruel realidad. Pues, la vida en si es una limitación que todos aman. Yo soy una eternidad que todos desprecian.
Muchos me temen pues solo piensan el dolor que hay tras de mí. Animales, humanos, plantas, todo sucumbe. Todo se extingue y yo soy la causa. ¡Mi existencia es la causa! Pero para mala suerte todo lo que inicia algún día tiene que acabar, aun sea el alma más pura y dulce de este mundo, debe recibir su eterno descanso.
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La Vida de la Muerte
Short StoryEl miedo a lo desconocido es lo que, como humanos, nos lleva a buscar medios para desarrollarnos y darle una explicación a éstos fenómenos. no obstante, hay factores que sobrepasan nuestro entendimiento, y son esos factores los que más nos aterran...