2. Mal del puerco.

185 8 0
                                    

Joaquín.
Salí con Emilio de la sala y empezamos a caminar.
—Ven – dijo tomando mi brazo y arrastrandome a no sé donde, después de un rato me di cuenta que ibamos a salir de Televisa.
—Espera, ¿no ibas a enseñarme el set y todas esas cosas? – dio uma fierte carcajada.
—Si Joaco, pero primero quiero ir a comer – hizo puchero y me pareció muy gracioso – anoche salí a tomar y ahorita me duele un poco la cabeza y mi estómago ya me está pidiendo comida. – reí un poco.
—De acuerdo Emilio, vamos, sirve que también como algo porque por venir con las prisas ni desayune bien. – reímos y salimos de Televisa.
Llegamos a un lugar donde vendían tacos, pedimos y mientras Emilio iba a buscar algo que tomar yo le marqué a mi hermana.
—Joaquín, ¿se puede saber dónde carajo estás? – sonaba molesta.
—Ren, tranquila, estoy con Emilio, vinimos a comer algo porque anda medio crudo, dice. – me reí un poco.
—Bueno Joaquín pero no te me puedes andar desapareciendo así, me voy a ir a la casa porque le tengo que ayudar a mamá con unas cosas, no llegues muy tarde por favor – colgó y ni le pude responder, le iba a volver a marcar cuando veo a Emilio caminar hacía mi.
—Bueno Joaquincito, ya vine, te traje un agua porque no sabía si tomabas refresco – dijo rascandose la nuca – lo siento.
Yo sólo me reí de su cara y el me vio con el ceño fruncido – ah, con que te doy risa – me callé y negué rápidamente aun con una sonrisa en la cara.
—No Emilio, lo que pasa es que fue divertido que te preocuparas por que es lo que tomo, pero mejor te digo y así la próxima ya sabes, no tomo nada de refresco, sólo agua. Así que esta bien. – Emilio sólo sonrio y empezamos a comer.

Emilio.
Cuando Joaco y yo terminamos de comer regresamos a Televisa para que le diera un tour, pero estabamos muy llenos, comimos demasiado.
—¡Ay! – se quejo cuando entramos a mi camerino – ¡comimos mucho! – me reí de él por que infló los cachetes e hizo un puchero de enojo.
—Ya sé – hice también un puchero – me duele horrible mi estómago, y creo que está dando el mal del puerco – dije bostezando.
—Si, la verdad creo que a mi también – bostezó – tal vez debería irme ya a mi casa, así llego a dormir y mañana vengo a que me des el tour, ¿va?
—Va, va, me late... Oye, pasame tu número de celular ¿no?, así nos mensajeamos.
—Va, anota...

Joaquín.
Llegué a mi casa algo tarde porque pasé a ver a mi novia (se llama Renata), justo cuando llegué a casa recibí un mensaje de un número desconocido.

Desconocido: Hola Joaco.
J: ¿hola? Disculpa, pero ¿quién eres?
D: ah, jajaja, perdón Joaco, soy Emilio, que mal educado soy, jajaja.
Yo: ah, hola Milio jajaja.
E: ¿Cómo estás? jaja...
...
Estuvimos hablando toda la tarde acerca de la novela, mandandonos memes y esas cosas.
Emilio me cae bien, seguramente seremos muy buenos amigos, lo presiento.

Emilio.
Estuve hablando con Joaco toda la tarde, me cae muy bien, seguramente seremos muy buenos amigos. 

  —————————🔹—————————
Perdonenme, soy súper nueva en esto y me cuesta algo de trabajo. :(

Gracias por leer. :'v

¿Y SI FUERA REAL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora