R e l a t o s E s c u r r i d i z o s

⟨ El gato de la ventana rota. ⟩

El gato de la ventana rota.
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     Ese edificio que llevaba tantos años en construcción era iluminado por nuestro Sol, dejando ver en el aire los restos de polvo y cal que los trabajadores de la zona habían esparcido. Una ventana está rota, siempre lo estuvo, pues nadie se dignaba a arreglarla. Por ahí se colaban varios animalitos e insectos en busca de refugio, comida o protegerse de la lluvia; pero, de vez en cuando, el felino de la antipática de la vecina entraba por ese agujero, para perseguirlos. Ya era costumbre para los habitantes de aquella avenida escuchar por las noches los maullidos de ese felinodesde la ventana rota, acompañando a la brisa nocturna hasta que alguno de los vecinos se despertara y le dé un plato de comida que haga mantener su boca
ocupada. Todos los niños de la primaria a la vuelta de la esquina pasaban por esa ventana, solo para acariciar la cabeza del ronroneante animalito; hasta cuando los obreros llegaban era alimentado, mimado y entretenido. Una oscura noche maullido tras maullido, el gato miró hacia la Luna, la cual se reflejaba en sus ojos de vidrio y dijo "Oh, querida Luna, quisiera que nunca acabaran de construir este edificio, ¡Todos mis días son hermosos gracias a él!" Lamió su patita y procedió a tomar una larga noche de sueño.

   Las semanas pasaron, y los buenos días también. Poco a poco se iba dando cuenta de que el vecindario estaba cada vez más vacío, hasta los niños sufrían de rebajas. El gato de la ventana rota maulló toda esa noche, pero nadie salió a darle su plato de comida. Al día siguiente ya tenía hasta cansada la voz, el lugar estaba completamente vacío. Fue a el hogar de su dueña, para encontrarse con una puerta cerrada y ventanas bloqueadas. De todas formas, nunca se había preocupado de él, ¿Por qué tendría que llevarselo? Caminó por las calles, con sus pequeñas patitas temblando de hambre y cansancio. Hizo un esfuerzo inimaginable para finalmente y por última vez, subirse a la ventana rota. Ahí maulló, maulló como nunca ha maullado un gato en su vida, en busca de auxilio, en busca de amparo, pero nadie vino. Se dejó la voz en ese último intento por sobrevivir, pero el lugar estaba completamente vacío, y el gato de la ventana rota, murió roto, en la ventana rota.

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ᴛᴏᴘɪᴄ

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トピック

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¡Hey, hey! ¡Aquí estoy!
Gracias a los que llegaron aquí por leer la historia. La verdad, se me ocurrió una tarde en la que estaba tranquilamente mirando la ventana de un edificio abandonado cerca de mi escuela. Sí, lo sé, soy un original.(¿)

La moraleja es algo tonta, pero si
la piensas, puede tener más
significado del que piensas:

"Lo que hace bueno un lugar no es como es éste, si no la compañía a tu alrededor"

Good, su panqueque
favorito se despide.

¡ S a y o n a r a !