Corre y no pares de correr 🏃

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29 de septiembre, 2016. Kansas City.

¡Nam, no vas a creer lo que me pasó! Sigue leyendo, yo sé que tú quieres.

Mis sueños con la chica han sido frecuentes, como ya sabes, no he podido descifrar el significado.

El otro día andaba caminando por el parque en busca de respuestas a mi sueño recurrente y mientras estaba sumergido en mis pensamientos mí yo en el mundo real estaba capturando algunas fotografías, pues el clima ha estado de maravilla. Por cierto, ¿Cómo está el clima por allá?.

Regresando al tema, estaba tomando fotos y ¡Pum! Apareció la susodicha, de nuevo fue hacia el frondoso árbol y lo escaló sin más. Me emocioné porque parecía que otra vez podría tomar unas buenas escenas de la chica, pero en esta ocasión fui un idiota. Como lo hice la vez pasada, me escabullí entre la maleza para no ser visto y ¡Oh sorpresa! Ella volteó hacia donde yo estaba y se percató de que la estaba fotografiando, comenzó a descender del árbol con una cara de pocos amigos.

Realmente entré en pánico, pues al fin pude ver su rostro… ¡Ah tan linda! Su cabello rojo fuego, lleva en ella dos satélites naturales como ojos de un color marrón apetecible como el de un chocolate con leche, tiene pequeñas pecas que parecen gotitas de pintura debajo de sus ojos, unos labios de un color rosa tenue y a modo de complemento usa unas gafas de pasta gruesa negras.

Lo único que pude hacer al verla acercarse hacia mí fue correr, correr como si mi vida dependiera de ello.

Gallina.

Lo sé, lo fui, pero bueno, qué más da. De todas maneras ha de estar molesta conmigo.

¡No puede ser! Apenas me percaté de que olvidé mi cámara en el parque.

Estúpido, estúpido, estúpido.

De seguro alguien la tomó, ay no, mi única distracción…

Eso me pasa por acosador de niñas lindas.

Espero tu respuesta pronto.

Te quiere, TaeHyung.

Strawberry Love [One Shot] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora