Ella era tímida y callada,
sus secretos bien guardaba,
pues en nadie confiaba
más no era una inadaptada.
Ella actuaba, sonreía,
hasta cuándo mal se sentía
pues ella sabía
que a un alma rota nadie se acercaría.
Como todos ella a alguien amaba,
pero ella no se lo demostraba,
tenía miedo de no ser correspondida
y quedar destrozada.
Yo en secreto la amaba,
pero por cobarde
jamás le hablaba
de lo que sobre ella pensaba,
aunque aún no es tarde
para hacer mi jugada.
Ella a mi alma rota vida le daba,
pero ella jamás lo imaginaba.
Me ayudaba a armar el rompecabezas,
que al que vida yo le llamaba.
Cuando sufría,
ella lo callaba,
sufría sola,
sin una persona
que la apoyara.
Ella a nadie le comentaba,
que algo malo le pasaba.
Tenía miedo
de que alguno
la conociera lo suficiente
como para temerle,
pues estaba demente.
Pues al conocerla ella cambiaba,
se ve como una niña inocente,
pero ella soñaba con matar gente
e imaginación corta no estaba.
Pero ella tenía que ser perfecta
para guardar las apariencias
que la sociedad le había exigido.
