Capítulo único

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Com-Stelar

De pie en un rincón sorbía su refresco.

Mantenía su mirada asesina sobre WonSik quien bailaba y saltaba de lo lindo en medio de la pista de baile.

¿Por qué no se quedó en casa con su telescopio? Hoy había luna llena y cielo despejado, ¡pero estaba aquí! ¡En esta fiesta! ¡Y era luna llena y cielo despejado!

TaekWoon difería un tanto de los demás adolescentes de su edad. Era tímido y reservado, prefiriendo pasar las noches buscando estrellas a que bailando y bebiendo con sus amigos. Era un buen estudiante, siempre y cuando el examen no fuera a primera hora por sus desvelos observando estrellas.

Era alto y pálido, con el pelo negro alborotado por la frente disimulando sus gafas y ojeras. Además, esa ancha sudadera gris disimulaba mucho más toda su presencia del resto.
Simplemente, odiaba a su mejor amigo por haberle insistido a que viniera.

¿Para qué si al final se la pasaba con los demás que con él? Más que compañero de juerga era su chofer cuando la fiesta acababa y le sacaba la cabeza de la taza del inodoro.
Gruñó sorbiendo su refresco.

La música era estridente, recibía empujones incluso desde su escondite y las luces titilantes le hacían doler la cabeza.

¿Qué podía ser peor?

En un abrir y cerrar de ojos un muchacho corrió hacia él. Hiperventilaba y el rojo a sus mejillas contrastaba con los ojos llorosos de pánico. Las luces violetas, rosas y azules de la fiesta jugaban contra su piel, haciéndole brillar como...

Una estrella.

—¡Oye, tu! ¡Por favor! —tomó de un tirón de su muñeca— Mi mejor amigo me arrastró a esta fiesta y acabo de ver a mi ex. No sé quién seas, ¡pero bésame rápido!

—¿Q-Qué? —abrió los ojos sorprendido y retrocedió. Como cuando nacen las estrellas, un estallido de color se apoderó de sus mejillas.

¿Beso?

¿¡Qué es un beso!?

Nunca antes había besado a alguien en la vida.

Sin embargo, el chico apretó su mano mirando nerviosamente a los lados.

—¡Hazlo! —suplicó— ¡Sálvame!

TaekWoon tragó saliva.

Cerró los ojos con fuerza y chocó con torpeza su boca contra la de ese desconocido.

Sus rodillas flaquearon y temió desplomar al suelo, cuando esas manitas pequeñas y tibias le tomaron de las mejillas hirviendo. El chico corrigió su pésima puntería y de un tirón hacia atrás, se plantaron casi en medio de la pista para que todos miraran.

La música se detuvo y todos voltearon a mirar.

WonSik escupió las patatas que comía y se talló los ojos, creyendo que estaba alucinando.

—Vaya, vaya... HakYeon, mira eso —burló un rubio de lentes y estilizada nariz a su amigo.

HakYeon apretó su vaso de vodka y frunció el ceño.

—¡¿HongBin!? —retrocedió impresionado ChanSik, el mejor amigo de él y causante de que estuviera en esa jodida fiesta en primer lugar. Ninguno esperó que HakYeon también asistiera, aunque siendo francos, ¿cómo el medallista número uno en danza contemporánea de la escuela iba a faltar? Pero esa sorpresa inicial no ganaba contra la de ahora mismo.

COM-STELAR (LeoBin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora