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Quiso volar, quiso volver a volar; pero recordó que su piel era negra y se acostumbró a vestirla de blanco aunque pesase. Mala suerte que al volar estas prendas se iban dejándola ver desnuda. Cogió pintura blanca y se bañó en ella. Escocía, lloraba por el dolor. Agitó las alas para aliviarse provocando tintar todo lo que estuviese a su alrededor de blanco. Bajó la mirada y se dio cuenta de lo que acababa de hacer, vio su piel oscura y por miedo de ser juzgada voló, voló muy muy alto. Por primera vez estuvo sola, no sola de no tener a nadie; sola de tener a ella, a estar con ella y pensar en ella. Seguía volando, cada vez subía más y más alto hasta que se le dibujó una sonrisa. Dejó de pensar en un momento. Dejó de mover sus alas para caer. Dejó de sentir. Dejó de pensar. Dejó sus alas. Lo dejó.

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2019 ⏰

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