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¿A quién le importa si una luz se apaga? En un cielo de un millón de estrellas.

Los paramédicos examinaron el cuerpo detalladamente, ya estaba muerta cuando llegaron.

El departamento era tan pequeño que el olor a rancio se extendía por todos lados, se escuchaba el leve sonido de el televisor en un cuarto del fondo.

La policía llegó minutos después y iniciaron la investigación.

Afuera del departamento los hermanos Laure lloraban aferrados el uno al otro.

Los pies de Penny estaban temblando cuando empezó a subir las escaleras de emergencia, la entrada principal estaba custodiada por un oficial que no los dejo pasar.

—¿Qué va a suceder ahora, Penny?— su hermano le preguntó limpiando su cara con su rota camisa.

Ella soltó un suspiro— No lo sé.

Penny le preguntó que había pasado, él le dijo que escuchó el grito de su mamá, y después su papá lo corrió del departamento.

Ashton se quedo parado en la puerta cuando los gritos se intensificaron, la vecina de al lado le dijo que se fuera, que ya había llamado a la policía y a la ambulancia.

Lo extraño fue que primero llegaron los paramédicos.

Cuando llegaron a las escaleras de emergencia, el olor a basura salía fuertemente del contenedor que estaba a su lado.

—Bien, ahora voy a subir, cuando te haga la seña subes ¿bien?— le dijo Penny a Ashton.

El pequeño temblaba, pero asintió con la cabeza. Sus ojos estaban rojos al igual que su nariz.

Y mientras Penny subía las escaleras, el sol se ocultaba y el cuerpo de Adele Laure era trasladado a una camilla siendo tapado por una sábana blanca.

Penny y Ashton habían perdido a su madre ese día.

La historia de Penny. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora