La biblioteca del señor Linden
Ximena quedó huérfana.
En un abrir y cerrar de ojos la vida que llevaba al lado de sus padres se terminó y un torrente de cambios la inundaron como un tsunami a causa de la fatalidad.
¿Qué sería ahora de ella? Se preguntaba. Solo era una niña de 10 años que no conocía a ningún familiar que tuvieran sus padres. Ningún tío o abuela. Ninguna prima lejana o cercana. Ni siquiera tenía mascotas. ¿Tendría que irse a vivir a un orfanato? ¿Algún extraño terminaría adoptándola? ¿Qué será de su casa, su ropa, sus juguetes y libros? Todas estas preguntas rondaban la mente de Ximena cuando en el velorio de sus padres se acercó a ella el señor Linden.
Nunca había visto o escuchado hablar del enigmático señor Linden que se acercó hacía Ximena acompañado del abogado de sus padres. Se presentó muy cortésmente y le pidió que le prestara unos minutos para poder hablar de "asuntos importantes". Los tres se separaron de la concurrencia y fueron a un apartado pequeño donde había una mesa de centro pequeña y varios sillones. El abogado le indicó a Ximena que se sentara en uno individual; así lo hizo y sus acompañantes la imitaron en los sillones de enfrente.
-Muy bien- habló finalmente el abogado una vez que hubo puesto su portafolio en la mesita y sacado unos cuantos papeles. –Primero que nada quiero ofrecerte mis más sinceras condolencias- le dijo a la niña viéndola directamente a los ojos –tus padres fueron amigos personales y me siento conmocionado. Afortunadamente tus padres no murieron intestados y eso hará para todos este proceso mucho más fácil y relajado.- Se quedó callado mientras acomodaba sus documentos y puso hasta enfrente dos sobres. Una vez que se sintió listo continuó. –Lo que leeré a continuación es el testamento y última voluntad en caso de muerte de ambos padres y una carta que se me entregó junto con este testamento con la indicación de que se le entregara únicamente a la primogénita de tus padres; es decir tú, con indicaciones específicas de que solo tú puedes abrirla en caso de que se presentaran estas circunstancias.
El abogado le entregó el sobre de la carta a Ximena, ella lo tomó lo puso en su regazo, siguió mirando atentamente al abogado, este prosiguió.-Muy bien- desdobló el otro sobre que seguía en su poder y sacó de él un mazo de papeles ordenados con separadores de colores. –No leeré todo el documento porque nos llevaríamos varias horas, solo mencionaré las partes importantes y lo demás lo comentaré a groso modo. ¿Estás de acuerdo?
Ximena asintió con la cabeza y el abogado comenzó a leer.Testamento y última voluntad de la familia Swindells:
Nosotros Robert Swindells y Susana Davidson de Swindells por la presente y en pleno uso de nuestras facultades, manifestamos nuestra voluntad en caso de nuestro repentino deceso.
A nuestra única y amada hija Ximena Swindells la nombramos la total benefactora de todos nuestros bienes, haciendo efectiva a partir de nuestro fallecimiento la creación de un fideicomiso que vele por los intereses de nuestra hija hasta que ella llegue a la mayoría de edad y que presidirá y administrará nuestro abogado el Licenciado Ernest Ceceri.El abogado hizo una leve pausa para ver a Ximena. Ella atendía a toda palabra que saliera del abogado como si fueran sus padres quien las estuvieran diciendo.
-¿Hasta aquí todo claro?- Preguntó el Licenciado. Ximena, que lo miraba fijamente volvió a asentir con la cabeza. -Prosigo entonces.
En el supuesto caso de que nuestra hija esté próxima a cumplir su mayoría de edad (un año o menos) le otorgamos la emancipación para que pueda disponer de su tiempo y posesiones como ella prefiera.
En caso contrario, la custodia y patria potestad de nuestra hija se otorgará a nuestro amigo personal y padrino de nuestra hija, el doctor Alfred Linden quién se encargará de que nuestra hija nunca quede desahuciada. Le rogamos que cuide y vele por ella como si fuera su propia hija. Estamos seguros de que atenderá y respetará la promesa que hizo cuando nació Ximena.
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La biblioteca del señor Linden
FantasyXimena es una niña que acaba de quedar huérfana, descubre que debe ahora vivir en la mansión del señor linden. ¿Qué secretos oculta aquella casa?