Help Me Overcome It

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Aburrido , solitario y frío, así era como podía describir un viernes por la tarde el pequeño hombre que firmaba su  turno y pase de salida para retirarse del hospital.

Miró el reloj que colgaba de la blanca pared, eran las siete y aún así el cielo permanecía iluminado por el sol a punto de esconderse en el horizonte. Y era extraño, últimamente oscurece más rápido, pensó.

Se cambió y recogió sus cosas en la oficina, hasta que repentinamente se escucharon tacones resonar fuera. Yongsun, una enfermera que se encontraba de turno con él, llamo a la puerta.

- ¿Doctor Min? - Su voz sonaba suave y melodiosa.- ¿Puedo pasar?

- Claro Yongsun, pasa- Aprobó su entrada mientras terminaba por ordenar un montón de papeles regados en el escritorio.

Entro con una pequeña sonrisa en su rostro. Se podía notar  en su mirada un sentimiento de pena que inundaba ambos ojos al ver al hombre frente a ella.

-Disculpe por molestarlo Doctor- sinceridad en su voz al decir aquellas palabras hicieron que Yoongi se esperará lo inevitable- Pero ocurrió un  problema- hizo una pausa, agregando suspenso a su repentina aparición- El doctor Jung no puede venir, y tampoco la doctora Kim, ¿será que usted puede cubrirlos está noche ?

Lo pidió lo más suave y sutilmente que pudo. Igualmente el azabache no tenia nada que hacer en casa, la vida allí era deprimente, más si estaría solo en compañía de su perrita que ya había copiado su mismo estilo de vida. Por lo que ayudar a su amigo y a la doctora Kim no sería un problema, tendría que avisarle a su vecina nuevamente que estaría en el hospital para que pudiese cuidarla esta noche.

- Claro, no tengo ningún problema- la mirada de Yongsun irradió un pequeño brillo que pudo ser interpretado por el doctor Min como una solución a su preocupación- Solo pido que me traigas las listas de los nombres de las enfermeras  nocturnas y de los 3 recientes aprendices que estarán hoy a mi cargo.

-Oh, claro, no se preocupe, yo lo haré- Con una gran sonrisa esbozada en su rostro asintió repetidas veces y haciendo una pequeña reverencia hizo amago de salir, pero la rasposa voz del contrario la detuvo.

-Yongsun, tráeme a los nuevos si no es molestia, quiero prepararlos para su primera noche conmigo- Dijo al pensarlo mejor, pues así no perdería tiempo buscándolos o incluso haciendo que Yongsun trabajase el doble.

- Si, no hay problema doctor, estarán aquí enseguida.

Y con eso salió de la oficina de su superior.

Resoplando, alcanzó su bolsa a un lado de la habitación, la abrió para encontrar allí adentro ropa con la cual cambiarse, ya que si estaría allí toda la noche, al menos un chándal  negro y unas zapatillas cómodas servirían durante su estadía.

Terminó de vestirse y para perder tiempo esperando a los nuevos, sacó su móvil, revisando un sin fin de notificaciones que tenía en la barra de mensajes, la mayoría del mismo número, el cual conocía muy bien, Jung Hoseok, su mejor e intenso amigo que con frecuencia dejaba mensajes para él pero que ni siquiera se molestaba en responder o incluso, en ocasiones, revisar.

Quizás ahora que más lo pensaba, se preguntaba a qué se debía ese "problema" que Yongsun había mencionado. Y antes de si quería poder revisar un solo mensaje para verificar sobre que trataban, tocaron la puerta.

Los asistentes novatos entraron uno por uno, tras ellos Yongsun cerró la puerta al entrar ella, sus posturas no eran las mejores y se notaba a leguas la inexperiencia de los tres, o eso pensaba Yoongi al verlos entrar desde su escritorio.

-Doctor Min, aquí está lo que pidió- Dejo unas cuantas hojas en su escritorio y prosiguió a decir ante las curiosas miradas de los hombres tras ella- Ellos son los nuevos aprendices, en los broches se encuentran sus nombres.

Luego de dar unas cuantas indicaciones más, salió, dejando a solas a los cuatro hombres. No duró mucho tiempo explicando a los más jóvenes a cerca del sistema del hospital. Puede que su poco tiempo invertido en esos chicos se debía al hecho de que, aunque se veían inexpertos, si que abarcaban mucho conocimiento, por lo que al dejar solo al mayor en su solitaria oficina se enfrascó en arreglar trabajo pendiente que tenía planeado realizar para mañana pero que con el tiempo que le sobraba aprovecharía para no tener que pensar en las consecuencias de los estragos del tiempo.

Ese era su día a día, ocupar su mente con trabajo, porque era así como se distraía, era así como mantenía una pequeña razón para seguir respirando cada mañana y no desviar su atención a pensamientos suicidas.

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-Doctor Min, se le solicita en la sala de emergencia- Habla con desesperación el rubio, era una rutina ya decir aquellas palabras.

Seokjin y Yoongi doblaron la esquina con rapidez, ya ambos cerebros funcionando en las situaciones de emergencia que a diario se presentaban.

-Expediente del paciente.

Revisando unas cuantas hojas enganchadas en una carpeta, llegó a la que contenía la información de la recién internada, no se hizo esperar y compartió las palabras que allí se plasmaban.

Y cuando Seokjin terminó de hablar tuvo que parar abruptamente en mitad del pasillo, dando media vuelta al ver que el doctor Min se quedaba estático unos pasos más atrás.

En ese momento sintió sus rodillas desfallecer y caer en un trance, repitiéndose en todo momento aquel nombre que incluso después de varios años no pudo borrar de su memoria.

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Un fuerte golpe lo saco de su ensoñación, sobresaltandose así mismo y guiando su vista a la entrada de su oficina.

-Doctor Min, se le solicita en la sala de emergencia. Un hombre de veintidós años de edad se encuentra gravemente herido a causa de un accidente de coche.

¿Podría llegar a repetirse nuevamente su historia?