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Jadeos, gritos y gemidos se escuchaban por toda el departamento, con dificultad mencionaba el nombre de aquel hombre que me hacia gritar más de lo que hubiera imaginado.
la forma que me tocaba, lo fuerte que era al entrar en mí, como me hacía suya; se sentía tan bien, me sentía tan deseable después de tanto tiempo, había extrañado demasiado esto, pero juro por Dios que jamás había tenido a alguien como él en medio de mis piernas.
Nunca imaginé que este hombre podría hacerme delirar de placer, lograr que rogara por más, hacerme enloquecer por sus besos, desearlo cada vez más, era increíble.
No quiero que esta noche termine tan rápido, deseo repetirlo por más tiempo, pero lo más excitante de todo es que es prohibido.
Ser una mujer casada, encontrándome en la cama de un tipo que recién conocí está misma noche; eso lo hace a un más excitante y placentero , lo prohibido nunca pensé que fuera sentirse tan bien.

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Sábado 8:00 p.m La casa estaba sola, como todos los días, no había nada en especial, solo que esta vez me encontraba recostada en el sofá mirando una película en el gran televisor de la sala, mi esposo llegaría tarde y hoy que es sábado llegaría más tarde de lo normal, de seguro seria en la madrugada.
Un leve suspiro escapó de mis labios mientras miraba una película de romance, me hacía recordar aquellos días de noviazgo que tuve con él, era tan romántico en aquel entonces, incluso los 2 primeros años de matrimonio fueron los más hermosos, pero... ¿Por que de la nada cambio? Ya no era lo mismo, algunas veces llegaba borracho, peleando por cualquier cosa, soportando las quejas de su trabajo, todo se volvió una rutina. La casa estaba sola todo el día, lo único que hacía era limpiar, cocinar, hacer ejercicios y una que otras veces mirar televisión.

El sexo, ah, ni hablar, ya no me tocaba, no sabia si se aburrido de mi, he cuidado mi cuerpo desde que nos casamos para que no se cansará de mi, incluso acordamos que no tendríamos hijos para no dañar mi figura, aún así ya no me toca. Siempre dice que esta cansado, que no tiene ánimos, que mañana debe levantarse temprano, etc. Algunas veces recurría a la masturbación, solo para poder aliviar un poco mis deseos por hacerlo, pero un simple juguete no se comparaba a un pene real.
Mi mejor amiga muchas veces me recomendó tener una noche de aventura, donde sólo tendría que disfrutar del sexo, sentirme deseada nuevamente, pero me negaba; estoy casada, no puedo serle infiel a mi esposo...pero ya estoy cansada, si él puede llegar tarde, beber con sus compañeros ¿por que yo no?, también tengo derecho en divertirme y eso es lo que iba a hacer esta noche.

Apagué el televisor y corriendo fui hasta las escaleras para subirlas hasta el segundo piso, no iba a invitar a mi amiga, iría sola, solo tomaría algunos tragos para distraerme, después regresaría a casa para dormir. Al llegar a mi habitación fui directamente al closet para eligir la ropa que utilizaría esta noche.
Tenía pensado en algo casual, sencillo, pero al final decidí por escoger un vestido negro ajustado, hace tiempo que no lo uso por que mi esposo decía que resaltaba mucho mi cuerpo y no le gustaba eso, además de que era muy revelador en frente y era bastante corto, pero esta vez me lo colocaría, no estaba así que aprovecharía la oportunidad.

Un baño de 15 minutos, bastante rápido, quería salir lo más rápido posible.
Para hacer juego con el vestido me coloque una lencería negra de encaje con flores, el vestido hacia juego con la ropa interior, y justo como lo había pensado el vestido me quedaba bastante ajustado, resaltaba mi cadera y cintura, mis pechos y glúteos, el vestido era corto, llegaba un poco más arriba de la mitad de mis piernas. Un maquillaje sencillo, a un que mis labios los pinté de color negro, mi cabello lo arregle de modo ondulado las puntas, pero lo largo que era llegaba a la medida de mi cintura, unos tacones negros y ya estaba lista para salir.

- listo -
Antes se salir me mire al espejo, hace mucho tiempo que no me vestía de esta forma y a decir verdad me sentía muy bien, tome mis llaves y bolso para salir de la habitación, esta noche me divertiría un poco.

No sabia muy bien a donde ir, mientras conducía miraba los alrededores, los lugares donde podría entrar a tomar alguna copa, tampoco entraría a un bar de mala muerte, no era mi estilo. Después de conducir por casi 10 minutos, me detuve en un bar que a simple vista se notaba que era de buena posición, además habían muchas personas entrando a este lugar. Estacione el auto frente al sitio, abrí la puerta y con cuidado baje del auto, mire por un momento más el lugar, si el exterior se veía tan hermoso, no imaginaba como seria dentro.

Mientras caminaba, notaba como los hombres que habían alrededor me miraba, algunos me daban cumplidos y uno que otro me invitaba una copa, simplemente los rechazaba, no tenía la intención de pasar tiempo con alguien, pero no negaba que me sentía bastante dichosa en recibir las miradas y cumplidos de esos hombres, al final si podía encantarlos con mi cuerpo. Al entrar, era justo como pensé, el lugar era bastante comprometedor, el diseño era elegante pero también con cierto toque antiguo; decidí tomar asiento en las sillas que habían frente a la barra, el mesero me atendió con mucha amabilidad incluso me brindó una copa de mas, iba de su cuenta, yo solo puede sonreír y recibirla con gusto. Disfrutaba de mi bebida y a la vez miraba con más atención el lugar, estaba bastante alejado de donde vivía y era muy cómodo, la música no era tan alta, habían parejas y algunas bailaban en la pista de baile, bastante agradable, pero mi vista se posiciono en un hombre que estaba sentado a unas 3 sillas lejos de mi, estaba de espalda, al parecer hablaba con alguien, pero no podía dejar de verlo, no sabia la razón, su espalda tan ancha, aquel cabello rubio cenizo, me atraía bastante, pero quería ver su rostro, ¿por que? No lo sé, tal vez era simple curiosidad.

Mi atención estaba solamente en aquel hombre, mi curiosidad aumentaba cada vez mas, unas pocas veces lograba ver su rostro de perfil cada vez que se volteaba, pero era por un corto tiempo, no alcanzaba a detallar muy bien. No sabía cuanto tiempo llevaba mirándolo, incluso deje de tomar mi bebida por estar viéndolo; pero de inmediato reaccione cuando volteó, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo cuando esos ojos tan rojos como un rubí se me miraba tan detenidamente, por reflejo mire hacia otro lugar, incluso empecé a tomar mi trago nuevamente, pero aquel hombre no dejaba de verme, me estaba bastante nerviosa, podía sentir como sus ojos recorrían mi cuerpo y eso solo provocaba que mis nervios aumentara.

Movía mis piernas inquieta, no por los nervios, si no por lo mojada que me encontraba, estaba excitada, no sabia la razón, pero aquel hombre que me miraba con tanta atención hacia que mi cuerpo se calentará como nunca.
- ¿que me pasa? -
Me pregunté en un bajo susurro, estaba loca, ¿porque estaba tan caliente?, pero por un pequeño reflejo regrese la mirada a aquel hombre cenizo, mis ojos se abrieron de la sorpresa al verlo, sus ojos tan rojos, sus labios, su piel tan blanca, su cabello rubio cenizo, sus manos tan grandes sosteniendo la copa de vino, su mirada tan fría, su semblante serio sólo hizo que me calentará mucho más y que un pensamiento indecente cruzara por mi cabeza.







Quiero que me folle

× HARÉ SENTIRTE MUJER ×  [Bakugou katsuki x Lectora] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora