Pista sin nombre o Introducción

1.2K 59 42
                                    

Toda mi vida he maldecido mi condición actual, mi apariencia física, mi especie y claro, mi asquerosa forma de ser. Desde muy temprana edad aprendí una, no, dos dolorosas verdades: 1. Que jamás crecería más y 2. Que los zorros, incluso los lindos zorros del desierto como yo, eran una de las especies menos favoritas de Zootopia, pues antes de los 10 años ya sabía que mi vida estaba condenada a ser un indetenible espiral lleno de tristeza, infelicidad y eterna agonía; las burlas constantes sobre mi estatura, mi apariencia infantil y la cereza del pastel, ser un zorro, terminaron por amargarme mi existencia a tan corta edad.

   Sin embargo, todo cambió cuando llegué a la edad de la punzada; aunque había cumplido 16 años de edad, aún parecía un cachorro de 4 años para la mayoría de los mamíferos de esta podrida ciudad y descubrí, gracias a las artimañas características de un zorro que en realidad era una excelente forma de tomarle el pelo a los animales. Mientras veía como mis bravucones eran tratados con la punta del pie por parecer zorros delincuentes (aunque no lo fueran), el resto de los mamíferos no podían odiar a una linda e inocente criatura como yo, pese a ser un zorro; mi baja altura y mi exagerada apariencia infantil me permitía hacer cosas que ni el mejor maestro del disfraz podría a hacer, así como realizar una infinidad de tretas.

   Y así comenzó mi nada inocente estilo de vida, haciendo por desgracia verdadero el estereotipo de los zorros, pero en esa etapa de mi vida, comprendí que era la única forma de ganarse la vida para un desdichado vulpino como yo. Si el mundo no quería darme una oportunidad, ¿por qué debía tratar de portarme como un ciudadano ejemplar?

   Los años pasaron y las cosas cambian; pero para bien o para mal, yo no; y no me refiero en el sentido psicológico, literalmente, aún me veo joven pese a tener treinta y que les importa años de edad, todavía puedo continuar haciendo esta clase de mañas, aunque ahora sólo de manera ocasional.

   Debido a ciertos problemas en la ciudad y la ausencia de mi viejo compañero de tretas, el idiota de Nick, me vi obligado a buscar un trabajo más honesto. En realidad no estaba tan mal, mi "nuevo" empleo sin el tarado ese fue el de vender las nuevas y mejoradas Popsypatitas en la cafetería de Jumbeaux's (ironías de la vida), esta vez de manera formal y sin recurrir a tretas; mi trabajo sólo consistía en vender las patipaletas a los clientes más pequeños, en especial a las hembras (o machos raritos, ¡puaj!) que consideran tierno a un cachorro fénec con disfraz de cantinero de película del oeste.

   Al principio se me hacía aburridísimo, uno de los trabajos que más odio es vender, aunque nuevamente me di cuenta que podía sacarle provecho a mi apariencia en horas laborales: Con tan sólo mostrar ojos bonitos o contarles una dramática historia de mi difícil vida teniendo que trabajar para mantener a mi madre enferma y mis 15 o 20 hermanos menores, los animales con corazón sensible y/o mentes manipulables no dudaban en comprarme más producto del que necesitan, todo por una historia falsa y una buena actuación; ja, ja, que idiotas. Mi jefe cuestionaba mis métodos, y fui amenazado un par de veces en ser despedido por mi cuestionable ética, pero no lo hizo por los asombrosos resultados y la popularidad que ganó la cafetería donde trabaja "el pobrecito zorrito del desierto".

   Por desgracia, pese a ponerle un poco de diversión y ganancia extra a mi trabajo, no tardé en encontrarlo súper aburrido de nueva cuenta. Contar con un trabajo honesto, seguro, sencillo y estable era algo demasiado bueno para ser verdad, pues no era mi estilo y no tardó en volverse algo muy tedioso y monótono; soy un animal lleno de energía y mi cuerpecito me pedía algo más desafiante y movido, por eso muchas veces estuve tentado a regresar a mi vieja vida de microcrímenes, pero sin un buen compañero de tretas y con los años que comienzan a pesarme, no me decidí en hacerlo. Se podría decir que estaba pasando por una pequeña crisis existencial. Guácala, odio crecer.

   En fin, por esa razón, algunos meses atrás, cuando comenzó todo este remedo de historia, decidí aprovechar mi día libre como un campeón, y no había nada más relajante en ese entonces para mí que pasar la mañana espiando y admirando a las hembras desnudas del club naturalista de Zootopia. No he conocido forma más desestresante hasta... ¿Qué? Un momento, ¿Piensan que soy un pervertido? ¡Ay, por todo los cielos! ¡Perdónenme por hacer uso correcto de las instalaciones donde los animales van a pasearse sin ropa! Malo sería que me pusiera espiarlos fuera de este bendito paraíso terrenal.

   Desgraciadamente, elegí el peor día para deleitarme la pupila. ¿Quién diría que un tranquilo y pacífico día de nudismo terminaría así?

***

Notas iniciales:

   ¡Hola a todo el mundo! Bienvenidos nuevos lectores y rebienvenidos antiguos seguidores. Una vez más me aventuré a escribir una historia del increíble mundo de Zootopia, sin embargo esta vez, como pueden apreciarlo en el título y datos del fanfic, estará enfocado en dos personajes poco comunes del fandom: Finnick y Gazelle; y antes que se vayan huyendo y buscando una historia más interesante y decente (no los culpo), les ruego que al menos escuchen (¿lean?) lo que tengo que decirles.

   Esta historia tratará sobre cómo estos mamíferos de cualidades prácticamente duales e incompatibles se conocieron, sé que con sólo imaginarlo no les cabe en la cabeza ver a estos dos juntos, suena tan loco y desquiciado como fantasear con un zorro y una coneja juntos, simplemente ridículo; pero les pido un poco de su atención y entusiasmo para darle una oportunidad a este extraño relato.

   Además de conocer más del pasado de Finnick y de la escena musical de Gazelle. Esto no podría llamarse un fanfic de Zootopia sin el dúo inseparable de esta utópica ciudad animalesca, aunque sin robar tanto protagonismo verán a sus héroes favoritos en acción: Garraza y Bogo... ok, no, ¡Judy y Nick por supuesto! Tendrán un rol más de soporte pero vital en el desarrollo de la trama, apoyando o dándole un jalón de orejas al atolondrado y malhumorado protagonista. La historia también contará con una mezcla de viejos y nuevos personajes, y quizás hasta un invitado especial.

   Esta historia tiene cierta relación e influencia de uno de mis más grandes fanfics anteriores: Torpe zorro. No es una secuela directa pero se basa en varias cosas que establecí ahí, pero no teman, no es necesario leerla para entenderle, esta historia explicará lo que necesiten saber, pero seguramente se les hará más familiar la relación entre Nick y Finnick, como recordaran los que leyeron mi otro fic, el fénec tenía participaciones notables ahí.

   Sin embargo, una diferencia importante es que la narración, que a diferencia de la casi inocente historia de Torpe zorro, esta contará con un humor y descripciones un poco más subidas de tono. No se asusten (ni se emocionen) no son cosas muy fuertes, pero puede tratar de temas sugestivos y algo incómodos para algunos; aunque bueno, conociendo a la mayoría de los fans, creo que ya habrán leído cosas peores y les vale un cacahuate ja, ja, ja. En todo caso, no digan que no se los advertí

   Aunque no sea una historia con personajes a los que están acostumbrados, espero que sea entretenida y aunque sea logre sacarles una sonrisita; sé que puede ser una pareja inusual o poco popular, pero me esforcé al máximo por hacer este relato lo más interesante posible y aunque estoy seguro que no tendrá una recepción como otras historias de Zootopia, el compartir con ustedes esta loca y desastrosa historia que hasta ahora sólo eran ideas y palabras mías, me alegra muchísimo. E intentaré contagiarles mi gusto por esta singular parejita y este estrafalario fanfic. Lo haré aunque me cueste la vida.

   Finalmente, agradeceré de todo corazón que me hicieran el enorme honor y placer de regalarme un review o comentario, no importa sobre que sea, créanme que lo leeré con mucho énfasis y emoción. Acepto de todo: halagos, insultos, felicitaciones, retroalimentación, críticas constructivas, destructivas y hasta mentadas de madre; lo que sea para ver reflejado lo que significa para ustedes esta historia. Dichas observaciones no me harán escribir más lento o rápido, es sólo que leer el impacto que tiene en la vida de ustedes, mis lectores, me da una sensación increíble y me ayuda enormemente a medir mi desarrollo como escritor. De antemano gracias y perdón por quitarles su tiempo con tantas sandeces.

   Sin más que decir, los dejo con el primer capítulo de este raro (espero en un buen sentido) pero muy interesante fanfic, disfruten de este pedacito de mi alma titulado: Quiero intentar todo (contigo)

Quiero intentar todo (contigo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora