Mientras escuchaba aquella estruendosa música, apartando el sueño de mi lado, dejando a una Jeybell tranquila (Sin quitarle lo desquiciada) atender su lugar de trabajo como bartender en este gran local que con el tiempo ya le he agarrado un poco mas de cariño...
Yace 3 años que soy bachiller, y pues pensaran que a lo mejor mi vida es lo que ven, atender a tipos gordos, o flacos malolientes, llorando, o pasándose de listos conmigo. Pero, no, no lo es.
Mis sueños aun no paran de ser peor cada dia, pero al menos ya he podido acoplarme a ellos, no he dejado mis planes, aun estudio, hace poco de un mes logre conseguir pagar la carrera completa para quitarme ese dolor de cabeza. Estudiare periodismo, y quizás entierre todo esto de los sueños.
Solo quizás…
-Hey Jey, prepate hay un Sex on the beach.- Dijo sacándome de mis pensamientos, mi cliente mas frecuente Colton, o como le gustaba ser llamado El rey de Manathan sin quitarle el BABY.
Ugs..
- Colton, no tienes que trabajar manama? .- Pregunte revisando mi relog, eran apenas las 12 de la mañana. Faltaba una largaaa madrugada.
Escuche a Colton reir de manera exajerada haciendo que voltease a verlo. Me regalo una hermosa –No tan hermosa- Sonrisa chueca, para luego decirme:- no seas aguafiestas JeyJey, sabes, si no fueras tan aburrida te invitara a salir.
Sonreí burlona por que aun que lo hiciera no lo aceptaría. Le eche un vistaso antes de seguir echándole whisky a la bebida, pero ya estaba lo suficiente tomado como para manejar, haci que, pare de servirle.- hey aguafiestas o no, mi trabajo es por la noche, a si que cordialmen…
- Cordialmente te puedes quedar aquí toda la noche si quieres.- dijo mi Jefe a Colton, este le respondió a mi jefe ensanchando la sonrisa que ya tenia. Alex –Sobre nombre: El ogro espanta chicas (no por feo, si no por odioso).- poso una mano en mi hombre, guiándome a el deposito, supongo que para hablar conmigo, cosa que no me impresiono, por que empezó a decirme.- Sabes Jey, Puedo llamarte Jey, verdad?.- a lo que solo asentí, y lo insentive a que prosiguiera.- este es un local, para gente como el Senor Colton,.- en serio me hiba dar esta charla. IDIOTA.- seria un fastidio que tu lo molestaras, he hicieras perder clientes. Ya sabes nuestro lema, El lugar perfecto para…
- Para depositar tus angustias..- cite por el.
- Exacto, entonces..?. –Me hizo ademan para que siguiera.
- Decirle a un cliente, lo que es correcto, no es correcto. – Señores en este preciso momento quiero darle un puñetazo a mi querido (Nada querido Jefe).
- Exacto Jey, oye por cierto que haras en tu fin libre.- OHHHH NOOO, ya va empezar.- Sabes, se que la ultima vez dijiste que no, pero la tercera es la vencida aunque esta sea como la cuarta…-Susurro, estaba apenado?. Su acción me hiso ensanchar una sonrisa por lo realmente comico, y a la vez tierno que se veía.
- Vamos a ver, señor Alex.- Dije remarcando el Alex. Okey para que negarlo por mas ogro que fuera, era lindo.- no puedo.-ya estaba cansada de explicarle el por que uno no debe salir con alguien del trabajo, menos si es tu jefe.- Usted sabe, que si quiere hablar conmigo o tomarse algo conmigo, claro que realmente será usted el que beba podemos hacerlo tranquilamente en horas laborales. Usted es mi jefe, pero yo realmente no salgo con nadie del trabajo, de ningún trabajo, ni a tomarme un Cappuccino helado en la esquina.
Me asombre de lo decidida que sonaba, con aquel todo, pero sin embargo me sentí orgullosa de mi, por demostrarle que yo era seria en todo lo que se trataba de asuntos laborales.
Sin embargo, me extraño su cara de melancolía.- Soy yo?.- pregunto de repente con voz entre cortada.- soy yo jey?
-Usted es que señor Alex?.- pregunte estupefacta y un poco afectada por hacerle daño.
- Espanto a las mujeres?.- su pregunta me tomo de sorpresa, y realmente no aguante la risa, este hombre era un caso… Espantar? El? Dios, si las mujeres casi les daba algo al ver a aquel Dios griego. Pero claro eso no podía, ni debía decirlo. Me rei por el pensamiento tan fuera de lugar.- Que te parece tan gracioso Jey?.- pregunto esta vez serio, y con la boca fruncida. Lo cual lo hacia ver mucho mas tierno de lo que era, y se veía en este momento.
El momento me lleno de ternura, y realmente no se como, ni por que, pero me encontraba regalándole un abrazo fuerte, y reconfortante –O al menos es lo que intentaba- .- No señor Alex, no espanta a nadie.- decidí romper la regla por un momento, y esperando no arrepentirme por lo que iba a decir.- Esta bien el próximo fin que venga, pero por favor, no haga mucho escándalo, ni sea muy llamativo, sabe donde vivo, mi numero de apartamento, y tiene mi numero de celular.
- Echo .- prometió.- Paso por ti a las 6, nada de ser llamativo, ni ser escandaloso, fácil.- Se inclino y me planto un beso en la mejilla, y en ese preciso momento agradeci por todo lo alto tener la luz baja y que no se me notara el sonrrojo.- Adios Jeyjey.
Tenia que admitir que sonaba REALMENTE LINDO, el Jeyjey de su parte. Aun que, claro es imposible que me guste mi jefe.
Bueno a quien engaño, si me gusta. Pero Por Dios, es guapo, trabajador, por mas ogro que sea, es tierno. SI, TIERNO A SU MANERA PERO TIERNO.
Dios aun no terminaba de irse, y yo ya me estaba arrepintiendo.- Maldito sentimentalismo.- susurre, me sente en el suelo, y cerre mis ojos fuertemente, recostándome de la pared.
-Sabes por cosas asi, las personas se aprovechan del estado ajeno.- dijo aquella voz.
Me pare rápidamente, eso tenia que ser un sueño , esa voz solo aparecia en mis sueños, me empece a pellizcar, pero la volvi a escuchar.- te vas a hacer daño dulzura.- Al voltear para buscar de quien provenía la voz, me encontré con unos ojos realmente hermosos, pero tenebrosos, a centímetros de los mios.- Bu!.
Y si señores, llore, y grite como nenasa. Mientras corria en círculos, buscando la puerta, la cual no se encontraba, cosa que me hiso creer que esta loca.
Es solo un sueño. Pensé.
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Junto a ti.
Fantasynadie le hubiese creído, lo que ella veía, lo que sentía... y que si lo hubiese dicho? ya mas de una vez la han tachado de rebelde, y ahora mas de uno piensa que a la pobre Jeyjey se le fueron los últimos tornillos que le quedaban.