"Debí dejarte ir cuando pude."
Emma se situó frente la tumba con un ramo de flores y un termo de chocolate caliente para la temporada invernal que se acercaba. Leyó el nombre del que alguna vez fue su mejor amigo, y con el cuidado de no dañar los objetos alrededor del pedazo de tierra, se sentó.
— Hola, Johan ¿Te molesta si te acompaño en este lugar tan fúnebre y silencioso?
No hubo respuesta. Colocó las flores a un lado de la tumba para seguir hablando.
— Ha pasado ya un mes ¿Sabes qué tan malo es tu ausencia? Tus padres se mudaron, muchos amigos vienen a dejarte presentes, y yo... es de alguna forma como si hubiera obtenido lo quería. Tenerte lejos.
Apretó los dientes, molesta consigo misma por haber ido a verlo. Esa mañana despertó con la necesidad de hacerlo, no sabía por qué, simplemente lo hizo, y ahora ahí estaba, enfrente de un muerto, de un ex compañero, de un nada. Sólo una lápida.
— Nos conocimos desde niños, cursamos los mismos salones y vivíamos uno al lado del otro. Prácticamente de alguna u otra forma coincidiríamos... —Encogió de hombros, algo sonriente por los recuerdos. Sonrisa que desapareció a los segundos. — ¿para esto? ¿Era necesario que nos pasara esto a nosotros, Johan?
Los ancianos observaban con curiosidad a una Emma de 16 años completamente sola, frustrada hablando con la lápida frente a ella.
— Siempre supe que sentías algo por mi ¡Pero yo no! ¿Por qué no te aléjaste cuando yo lo hice? ¡En parte esto es tu culpa! ¡Me hiciste odiarme cada día porque simplemente no podía quererte! Y, y, y todos a mi alrededor también me reclamaban: "¡Oh, Emma! ¿Por qué no puedes quererlo?", "¿Es que te gusta alguien mas?", "Pobre de Johan, no te merece".
Alzó la voz conforme seguía quejándose, descargándose como si tuviera al chico en frente, vivo.
— ¡Lamento que hayas muerto! ¿Okey? Yo no quería perderte así, sólo quería alejarte, siempre supe que no te querría, te merecías a alguien más ¡Pero no me dejabas! ¿Enserio, qué tanto valía yo para ti? ¡Y lo peor es que eso jamás lo sabré! ¿!TE SUICIDASTE POR MI CULPA, JOHAN?! ¡RESPONDE!
Con furia, lanzó el termo lo más lejos que pudo, y entre sus manos tomo pedazos del suelo para arrancarlo de la tristeza que le ahogaba con el nudo en la garganta.
— ¡Te odio, lo hago! ¡Pero no más de lo que tu me odiaste a mi! ¡PORQUE ESTO ES LO QUE QUERÍAS! ¡TU IRTE Y YO VIVIR CON EL HECHO DE QUE NO LE HAGO BIEN A NADIE! Soy un monstruo... —Susurró. —, le he quitado un hijo a unos padres amorosos, te he quitado la vida, te dejé solo.
" Te volviste una necesidad egoísta. Porque cuando me decías que estabas enamorado tenía la necesidad de que no te fueras, pero no soportaba tenerte cerca.
Si tan sólo nunca nos hubiéramos conocido."— Enserio, lo siento... —Hipó. — ¡Ay, Jo! ¿Por qué...? Lamento tanto que te hayas cruzado conmigo...
Entre lágrimas, Emma abrazó la fría pieza de piedra, gritando y gimiendo por no poder creer que Johan la haya abandonado. Aunque eso hizo ella desde hace mucho.
Ocultó su rostro entre sus brazos aún unidos en el abrazo sin parar de maldecirse así misma haber matado a su mejor amigo.— Ya no hay nada qué hacer, Jo. Tu estás aquí sin existir, y yo agonizaré el último recuerdo que tengo... —Lágrimas. —. Yo...-
— ¿Emma?
La mencionada volteó asustada por haber sido descubierta en aquel lugar. La hermana mayor de Johan, Cecile, le veía con tristeza como su rostro estaba lleno de mocos, pegajoso, sus ojos y nariz roja, y unas ojeras producto de sus malas noches.
Se hincó frente a la menor, ofreciéndole un pañuelo.— ¿Qué haces aquí, linda?
— ¿Por qué sigues tratándome así? Hasta tu sabes por qué pasó lo que ha pasado. —Dijo entre el hipo sin poder ver al rostro a la pelirroja.
— Sé que piensas que es tu culpa. Pero no es así.
— Soy mala, lo perdí, obtuve lo que quería ¡Él ya no está! ¡¿Pero a qué costó?!
— ¡Sus imprudencias nunca serán tu culpa! —Gritó. — Él debió aceptar que jamás te tendría, y tu debiste ser sincera en vez de jugar con él de esta forma. Después de todos seguían siendo niños ¿Qué van a saber ustedes del amor?
— Nada —Respondió enseguida. —. Nunca sabré nada.
— Escucha —Cecile presionó el puente de su nariz, cansada. —. El que tu no ames a alguien no tiene nada de malo, jamás te disculpes por ser diferente a todo. Eres una gran persona, e hiciste feliz a mi hermano. Tu no fuiste su motivo, él tenía problemas de depresión. Fue error de todos, nadie lo notó.
— ¿Lo extrañas?
— Cada día, me gustaba molestarlo —Rió con los ojos llorosos. —. Pero él decidió esto.
— Enserio debió estar tan asustado, y yo sólo lo alejé.
— Ve a casa, Emma. Ya hablaremos luego.
La castaña volteó a ver una vez la lápida, acariciando el nombre tallado.
— Sé que todos piensan que soy buena.
— Y así es. —Sonrió.
— No —Negó Emma. —. Podré jamás saber qué es el amor, pero ustedes jamás sabrán todo lo que he hecho.
"Porque sólo Johan sabrá por qué lo hizo. Y su razón siempre habré sido yo.
Fui el desastre en su vida, y él sólo mi capricho obsesivo."
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Un Capricho Obsesivo
Mystery / ThrillerElla no lo quería cerca, pero no podía dejarlo ir. Y es que los dos cometieron un error que pudo haber salvado su futuro. Haberse conocido. •Capítulo único. •Lectura rápida. •Di no al plagio. ®Derechos de autor. ®No robar.