El traje ajustaba perfecto a su cuerpo, el cabello bien peinado dejándole la frente descubierta le daba un toque sexy y bastante varonil. El aroma penetrante a chocolate y a tabaco, bastante masculino y hasta excitante. Las zancadas amplias y una de sus grandes manos mantenía su móvil y la otra un cigarrillo.
Jungkook no dejaba de dar vueltas, de aquí para allá, de allá para acá.
La razón era un tanto alarmante, pues Calvin Klein les pidió a las torres Jeon hacerse cargo de la publicidad sobre su nueva colección de ropa, por ello Jungkook y Youngjin junto a su personal habían trabajado en equipo y finalmente había terminado de realizar la campaña.
El problema radicaba en que en menos de dos días debían presentarla en New York y Youngjin no asistiría.
Jungkook podría hacerse cargo solo pero desde que la torre Jeon de Busán se separó de la torre de Seúl, era obligatorio asistir un representante de cada torre. La única persona que venía a su mente y a la única persona que podían mandar era a Park Jimin.
Sí, Park Jimin.
ㅡCarajo Youngjin no me puedes cancelar en este momento, estoy a punto de tomar el vueloㅡ Jungkook dejó su cigarro en el cenicero, sobó su sien y se sentó en su silla tratando de tranquilizarse un poco.
ㅡJungkook discúlpame pero me salió algo de último momento, no se va a cancelar, Jimin irá en mi lugar, él sabe todo sobre la campaña, incluso más que yo así que el iráㅡ Jungkook no pudo decir una palabra más, había colgado la llamada y debía prepararse para el vuelo.
Un año. Un año había pasado desde su último encuentro con Park Jimin y carajo, todo había sido un maldito desastre, un maldito tornado, había sido un hijo de puta con Jimin y todo había salido como menos imaginada. Y claro, como menos quería.
Decir que extrañaba a Jimin era poco, lo extrañaba muchísimo pero carajo, sabía perfectamente que se habían tratado muy mal, que se habían hecho mucho daño y ese daño no quería volvérselo a hacer. Incluso recordaba la última vez que habían follado en su escritorio, sabía que Jimin había llorado después de que Jeon abandonara la habitación, sabía que había lastimado a Jimin de una manera horrorosa y no se permitiría nunca volverlo a dañar como lo había hecho.
Y la única manera era estar lejos de él, eso creía Jungkook.
ㅡSeñor Jeon, le recuerdo que su vuelo sale a las 4 y hay que pasar por las maletas a su casaㅡ Jungkook asintió. Tomó sus cosas del escritorio y después de guardarlas salió con ellas dirigiéndose hacia el elevador.
Era muy difícil para Jungkook recordar a Jimin de una mala manera, todas las imágenes que aparecían en su mente eran de su maravilloso cuerpo, su dulce risa o su preciosa sonrisa. De sus ojos pequeños y ese meñique chiquito, de la deliciosa cintura que tenía y lo bonita que sonaba su voz cada vez que le decía lo mucho que lo deseaba.
Jungkook parpadeó varias veces, una vez que se dio cuenta que estaban en el primer piso, se acomodó el saco y salió de la torre.
ㅡNo te preocupes Jessica, yo iré hasta el aeropuerto, puedes tomarte el resto del día y claro, el día de mañana también. Sólo te pido que estés atenta a tu móvil por si llegara a necesitar algoㅡ la preciosa chica rubia asintió y le entregó las cosas más importantes a Jungkook sobre la campaña.
ㅡSeñor Jeonㅡhabló Jessica después de que Jungkook acomodara sus cosas en la parte trasera del auto e irse al asiento del piloto.
ㅡDime Jessicaㅡ se colocó el cinturón de seguridad y encendió un cigarrillo para después llevárselo a la boca y dar la primer calada.
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Fedro ㅡKookmin
Fanfiction"Una pasión enfermiza y un erotismo maniático". 2do libro de "El banquete" Historia 100% de yooniepeachy Género: Romance Subgénero: Smutt