Disclaimer: Ghost Hunt ni sus personas me pertecen, son propiedad de Fuyumi Ono.
Dolor
Duelen, las palabras duelen mucho.
Oliver no lo negó ni lo negaría, nunca lo haría. Pues experimento el dolor que las palabras podían causar.
"Ya no quiero..."
El chico suspiro pesadamente, recordando las palabras de la chica esta tarde.
"Ya no quiero estar cerca tuyo. Me duele, Oliver"
Hoy en la tarde Mai había presentado la renuncia a SPR, y con ello su renuncia a la familia y a él.
"Me duele amarte, Oliver. Lo haces difícil, lo hace doloroso. Y yo no soy masoquista, no quiero estar con alguien que me causa tanto dolor"
El chico giro sobre su cama, mirando la oscuridad de su habitación.
"Me duele sentir esto por ti, me duele hasta el punto que siento que me va ahogar, que me va a matar...por eso, pongo un hasta aquí. Hoy renunció Oliver, hoy renunció a tí, a lo que me haces sentir...Hoy renunció a amarte"
El chico suspiro con pesadez, recordando la firmeza y seguridad de la chica al decir aquellas palabras, al entregarle la carta de renuncia, al terminar el muro de distancia entre ellos. Con su brazo se cubrió los ojos mientras comenzaba a respirar entrecortado.
Duele amarte...
Llevo una mano a su pecho como si quisiera aminorar la presión que sentía en este, como si quisiera arrancarse la fuente de ese dolor. Él no era sentimental, no era expresivo, pero no era apático, no era inhumano. Sentía, el siente...
Y ahora, recordando como Mai ha decidido apartarlo de su vida, hacerlo a un lado...
Siente...
<<¿Quien se cree? ¿Cree que ella es la única que sufre?>>
Porque lo cierto es que Mai no era la única que sufría. Porque el sufría con la duda, con la razón...y es que ¿Quién podría amarlo? Si él no era alguien fácil de amar, hacerlo llevaba una carga. Amarlo implicaba amar sus demonios, y eso era alguien que no muchos pueden hacer.
Pero eso no significa que el no pueda amar, eso no significa que no pueda sentir.
Y eso no evita que pueda sentir.
Que sienta dolor, que sufra...
