El Juego

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El juego

Declaimer: Seiya y Serena pertenecen a Naoko Takeuchi, la historia es mía con ayuda de cierta amiga que seguro estará encantada con el resultado final.

Advertencia: Lemon mmm mucho lemon

El juego

El bullicio del bar era un sonido ensordecedor. Seiya le dio un largo sorbo a su cerveza y vio asombrado la multitud congregada la cual estaba disfrutando de un partido de fútbol. Algo extraño para un "romántico" día de San Valentín. Supuso que quizá los asistentes no eran más que hombres y alguna que otra mujer solteros que pasarían el día sin más ni más.

Pero él no era uno de esos solteros que querían perder las últimas horas de un día así, sus pensamientos tenían dueña y una muy hermosa; una bella rubia. Él prefería ver el partido que a decir verdad no le interesaba mucho, pero definitivamente era mejor a enfrentarse a sus propios pensamientos, últimamente notaba un poco extraña a su bombón, había momentos en los que ella parecía arrepentida de haberse fugado con él, pero eso no podía ser verdad ¿o sí?

Aquellas dudas parecían estar abriendo paso en su relación, pero ya había tomado una decisión, iría a buscarla y hablaría seriamente con ella. Más que respirar necesitaba saber que pasaba por la hermosa cabecita de su bomboncito de azúcar.

Aunque tal vez sería mejor entrar a su habitación y despertar a su bomboncito con besos húmedos a lo largo de su cuerpo, podía despertarla con un poderoso orgasmo ah sí claro que podía. Sonrió ante sus propios y lujuriosos pensamientos, increíblemente se empezaba a poner duro ante la idea, se le hizo agua la boca con solo pensar en enterrar la lengua entre sus piernas y hacer que se despertara corriéndose contra su boca.

Volvió a tomar un trago a su cerveza esperando que el liquido enfría un poco el calor que se estaba reuniendo en su entrepierna, quizá era mejor no subir de momento. Ya hablaría luego con Serena, mientras disfrutaría del ruido de aquel lugar.

Intento concentrarse en el partido al mismo tiempo que un agradable aroma impregnaba todos sus sentidos. Sintió como una mujer se sentaba en el taburete a su lado, pero no se molestó en volver a verla, él no tenía ojos para nadie más que no fuera su bombón.

— ¿Quién gana?

Seiya pestañeo varias veces asombrado por aquella mujer. Sus ojos recorrieron el esbelto y curvilíneo cuerpo, llevaba un vestido negro el cual moldeaba a la perfección sus curvas de infarto, su cabello caía en perfectas ondas rojizas sobre su espalda desnuda la cual parecía ser suave y cremosa, con un poco de esfuerzo pudo ver sus hermosos ojos, grandes y coquetos, sin duda esa mujer era un sueño para cualquier hombre.

—No estaba mirando —respondió con un poco de dificultad— ¿Puedo invitarte a una copa?

Ella frunció maliciosamente los labios, mientras negaba con la cabeza —No he venido a tomarme una copa.

Seiya sintió como hábilmente colocaba una de sus pequeñas manos sobre su cadera. Su miembro respondió inmediatamente ante aquella acción, trago en seco al pensar en lo difícil que sería mantener oculta aquella tremenda erección provocada por la simple caricia de una despampanante pelirroja— ¿A qué has venido entonces?

La mirada ardiente que ella le dedico lo dijo todo. Ella estaba ahí por sexo, oh si sexo duro y salvaje. Le hirvió la sangre con imágenes de la hermosa pelirroja, tenía ganas de sentarla en la barra y subirle de un tirón el vestido hasta la cintura para ver de qué color llevaba la ropa interior, y luego podría comprobar si la espectacular pelirroja sabía tan bien como se veía.

—Vamos... —Él la tomo por la cintura, colocando sus caderas a la altura de su miembro hinchado y dolorido, rogándole a todos los santos que nadie prestara atención a su estado.

EL JUEGOWhere stories live. Discover now