I promise to be your Romeo if you promise to be my Juliet.

First Friends

⚠️Reproduzcan la música ahora y si se termina simplemente vuelvan a repetirla⚠️

Jughead Jones iba jugando en su balcón con su hermanita con esquizofrenia jellybean de apenas 4 años de edad sentada en una silla mirando a la nada, cuando derrepente escucha unos gritos provenientes de la calle de al frente.

Lentamente, Jughead, se acercó hacia el barandal que aún no lograba alcanzar ya que contaba aún con 7 años de edad y pudo divisar a una pequeña niña de cabellera larga y rubia siendo atacada por dos chicos de cabello color castaño y una chica pelinegra, por lo que él sin pensarlo, salió de su casa en dirección a ayudar a la pequeña.

Cuando llegó a salir a la puerta de su casa, logró ver por fin con claridad lo que pasaba, se dió cuenta de que la pequeña rubia, con sus pequeñas manos, empujaba con fuerza a los niños lejos de un niño pelirrojo tirado en el suelo aterrado que al parecer ocultaba algo entre sus brazos.

¿Quién pensaría que aquella linda y adorable pequeñita rubia con hermosos ojos verdes sabría defenderse tan bien?

— Largo de aquí. — ordenó la rubiecita al notar el terror en el rostro de los pequeños bullys.

Cuando por fin el rostro del niño en el suelo había cambiado de terror a tranquilidad, abrió sus pequeños brazos para que Jughead pudiera encontrarse con una de las cosas más bellas de la tierra.

— No te preocupes ahora estás a salvo. — por fin el pelirrojo habló refiriéndose a aquella cosa.

— No volverás a ser atacado, pequeño conejito. — dijo la pequeña ojiverde con la respiración aún agitada. — Hola, ¿Quién eres tú?. — preguntó refiriéndose al niño de cabello color azabache.

— Me llamo Jughead, Jughead Jones.— respondió.

— Betty Cooper. — se presentó la niña de ojos verde esmeralda realmente hermosos. — y él es Archie Andrews. — señaló al pelirrojo. — ¿Cómo llegaste aquí?.

— Esa es mi casa. — señaló Jughead con uno de sus pequeños dedos.

— Esa es la mía. — señaló Betty con uno de sus delicados dedos a la casa al lado de Jughead.

— Y esa mía. — el pelirrojo señaló a la casa de la frente.

— Te ví en apuros, pensé que te estaban golpeando, odio con mi vida que golpeen a las mujeres.

— No soy una damisela en apuros a quien rescatar, Ju... Jug... no puedo pronunciar bien tu nombre aún. — confesó la pequeña haciendo puchero con el labio. — Te diré Jug. — dijo la rubia sonriente. — Es solo que vi desde lejos que estaban intentando atacar a este pequeño animal y decidí venir a defenderlo. — Odio que maltraten a los animales.

— Yo igual. — Archie y Jughead respondieron al unísono.

— Tu gorro es raro... pero... ¡Me gusta!. — sonrió la pequeña.

— Gracias, tu coleta también está... bien. — respondió el niño con gorra en forma de corona con las mejillas ardiendo.

— No eres bueno con los cumplidos, Jughead. — río el pelirrojo.

— ¡Hey!. — ambos miraron a la rubia. — ¿Por qué tu si puedes pronunciar su nombre y yo no?. — dijo la pequeña apuntó de estallar e hizo puchero con el labio.

Jughead y Archie se miraron y ambos rieron.

— Alguien día podrás, pequeña Betty. — Archie dijo mientras se acercaba a ella.

— Oh gracias, zanahoria. — le respondió Betty y Jughead rió.

Archie los fulminó con la mirada.