Hate ;; Taegi.

2.

Estar a su lado era como adentrarse en el mismísimo infierno, estar del lado del dolor.

Su sonrisa cuadrada captaba mi atención en cualquier ocasión, tan hermosa que me hacia perder la noción del tiempo e imaginarme un mundo en el que solo sea él.

Todo de él era perfecto, tan perfecto que...

ㅡ ¡YoonGi! ㅡSu gruesa voz me sacó de mi trance, fingí bostezar para que creyera que me encontraba en estado de somnolencia, y no pensando en su hermosa presencia.

ㅡ Lo lamento, ¿qué decías? ㅡ Él me miró de mala forma, pero repitió.

ㅡ Sólo te contaba mi día. Fue realmente lindo, tuve una cita con Jimin y...

Jimin, jimin, Jimin. Todo era Jimin, maldita sea.

ㅡ Me gustas.ㅡ Dije, me consideraba alguien jodidamente directo, pero creo que me superé.

Su rostro fue un poema, su sonrisa se fue y mi corazón se estrujo.

ㅡ T-Tú también me gustas.ㅡ Lo escuché decir pero era demasiado increíble para mis oidos.

ㅡ ¿Qué?

ㅡ Me gustas, pero...

   Ah, ese maldito pero.

ㅡ ¿Pero?

    Rechazame de una maldita vez.

ㅡ Pero estoy con Jimin.

Una risa sarcástica salió de mí, él me observó curioso y yo lo miré fijamente, de la manera más fría que nunca vi a alguien.

ㅡ Entonces no lo haces.

ㅡ ¿Perdón?

ㅡ Sí te gustara, no existiría un "pero", pero lo hay.

ㅡ No es así, en serio me gustas.

ㅡ Entonces termina con él.

Se quedó callado, observandome como si le hubiera pedido que asesinara a alguien.

ㅡ No lo haré, lo amo.

            Lo ama.

ㅡ Lo sé.

No dijo nada, en ese momento supe que era hora de irme, por lo que sin siquiera despedirme me fui, dejando atrás la poca dignidad que me quedaba y posiblemente una amistad que no podría superar tan facilmente.

                  • • •

4 de Marzo, un día lluvioso y oscuro, perfecto para no salir como no lo habia hecho en estos 3 días.

Las mantas cubrieron mi cabeza y mis brazos rodearon las almohada, como si estas pudieran brindarme amor. En mis ojos se seguían desbordando lágrimas y en mi garganta un fuerte nudo que me ahogaba.

             Patético.

Claro que sí, el "gran" Min YoonGi llorando por un amor no correspondido, algo difícil de ver.

Mi móvil sonó anunciando un mensaje, esperanzado lo tomé con rapidez, creyendo que podría ser él.

   Soñar no cuesta nada.

Gruñí, tirando el móvil al suelo y quitando las sábanas de mi cabeza que estaba hecha un puto lío. Me incorporé y limpié mis lágrimas con rabia.

ㅡ Deja de ser tan imbécil.ㅡ Me dije, levantándome. Mi pequeño gatito color negro maullo, lo observé interrogante y recordé que habia olvidado comprar su comida. Lo acaricié un poco y me adentre al baño, al parecer si tendría que salir.

                   ●

Decidí caminar hacia el supermercado, no quedaba lejos pero... comenzó a llover.

ㅡ Definitivamente debería suicidarme.

Caminé bajo la lluvia y temblando hacia aquel maldito local, al entrar varios clientes me observaron de mala forma pero los ignore.

Tomé alguna comida chatarra y comida para gatos, cuando estaba dispuesto a pagar las cosas, vi a una chica bastante pequeña, dando pequeños saltos para alcanzar algo en la despensa. Me acerque a ella.

ㅡ ¿Necesitas ayuda? ㅡ Me observó sonrojada y asintió. Tomé lo que señaló y se lo entregué, ella hizo una reverencia agradecida y se quedó observandome.

ㅡ ¿Cómo te llamas?ㅡ Ella saltó asustada, algo que me causo gracia. Se sonrojo.

           Adorable.

ㅡ Y-YuQi, Song YuQi...

ㅡ Min YoonGi.

Ella sonrió, causando una sonrisa en mí, ¿Ahora todos tenían sonrisas hermosas?

ㅡ Espero verte luego, YuQi.

Ella asintió rápidamente, sacando una pequeña hoja la cual me entregó y observé, era su número de teléfono.

ㅡ ¿Siempre tienes tu número de teléfono en un papel?

ㅡ Es para no olvidarlo..

Sonreí otra vez, era una chica muy adorable.

ㅡ Bien, te escribiré.

Ambos nos despedimos y seguimos con lo nuestro. Al pagar las cosas y salir la lluvia no había parado, pero no pensaba quedarme allí por lo que seguí mi camino a casa. Y como si mi pequeño momento de felicidad no hubiera podido durar un poco más, los vi.

Estaban en una pequeña cafetería, TaeHyung reía mientas Jimin le contaba quien sabe que cosa, pero cuando pudo verme su sonrisa se borró. Le sonreí un poco y agaché la mirada, definitivamente no podía tener un poco de felicidad, ¿verdad?

  Maldito amor, lo odio.