Apocalipsis emoji

283 38 134
                                    

Esto no podía estar pasando. ¿Cómo es que tenía tan mala suerte? Justamente el día en que la crush se le había declarado, el día que había esperado por meses. ¡Meses de planificación! De dejarle mensajes sutiles, de hacerle saber que estaba interesando, de ayudarle con la más pequeña cosa que pudiera. Ese día —ese maldito día— los emojis tenían que fallar. Cuando ella le dijo por fin —¡por fin!— que quería intentar ser más que amigos, él había pulsado el emoji de ojos enamorados, el que había guardado exclusivamente para ese día. Pero en vez de la carita con ojos de corazón, apareció el emoji que se reía a carcajadas.

—¿Te parece gracioso? —escribió la crush.

—No perdón, no sé qué pasó. Quería mandarte este:

Y esta vez tuvo mucho cuidado de colocar el pulgar —con precisión milimétrica— sobre el emoji con los ojos de corazón. ¡Pero salió el que estaba vomitando!

—Ah, ok. Ya entendí —dijo ella y se desconectó.

—¡Espera! Estoy nervioso. Mis dedos no coordinan. Es que me tienes así:

E intentó mandar el emoji del corazón latiendo, pero para su desgracia se mandó el de la berenjena, cosa que la crush no se lo tomó muy bien porque lo bloqueó. 

Pero lo que le ocurrió a Anastasio —al pobre desgraciado de Anastasio, cuyas desgracias comenzaron con su nombre— le ocurrió a todos a nivel global. Desde respuestas al jefe no con el pulgar arriba sino con el dedo del medio, hasta emojis de ojos enamorados y berenjenas a la prima de tu novia, que está buena, pero tampoco para ser tan descarados. Miles de personas se vieron afectadas por este fallo general que luego pasaría a llamarse "La huelga de los emojis".

¿Y qué pretendía esta huelga?

Un mensaje apareció en whatssap, una cadena peor que la que te manda tu tía cuando es tu cumpleaños. Un mensaje redactado por emojis, en lengua emoji, que solo los adolescentes más expertos pudieron descifrar.

"Exigimos que se optimice nuestro rendimiento y mejore nuestra apariencia. No queremos quedar relegados por el animoji."

Mientras los gobiernos del mundo se reunían y calificaban estos actos como una nueva forma de terrorismo, los ciudadanos continuaban sufriendo en su cotidianidad. Al no poder usar los emojis, no les quedaba más remedio que expresar sus sentimientos por escrito. ¡Qué terrible situación! En vez de mandar la carita feliz de toda la vida, tenían que escribir con los dedos cansados: me haces feliz. En vez de los ojos encorazonados, tenían que colocar: me enamoras. ¡Pobres ciudadanos! Vivir en un mundo donde se expresan los sentimientos con letras, es vivir un apocalipsis.

Fue así que encontramos a nuestro querido amigo Anastasio redactando una carta a la crush. Por fin pudo expresarle sus sentimientos por escrito, sin indirectas ni dobles sentidos. La carta se la entregó en el trabajo —ya que la chica lo había bloqueado de todas las redes sociales y había advertido a todos sus contactos sobre este pervertido— y ella, junto a sus compañeras más chismosas, leyeron lo que el pobre y virgen Anastasio había escrito desde el fondo de su, digamos, corazón.

Y fue así que la muchacha al fin lo desbloqueó y pudieron arreglar las cosas. Y aunque la huelga terminó, sin que se lograra cambio relevante como sucede en casi todas las huelgas, Anastasio prefirió seguir usando las palabras antes que los emojis.

Aunque bueno, había uno que no dejaban de usar: el de la berenjena.

FIN



Número de palabras: 571

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 05, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Inserte título aquí | Desafíos de humorWhere stories live. Discover now