Days Whit Sui Feng

beso en la mejilla

           Byakuya x soi fon
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Caminaba apresuradamente maldiciendo con voz baja. Todavía no entendía por que su adorada Yoruichi perdía su tiempo dándole atención a un mocoso noble demasiado arrogante y maleducado como Byakuya Kuchiki, dejándola a ella con ese estupido de Urahara.

— "Estas segura de querer ir ¿Sui-chan?" — lo miro molesta, el maldito la había seguido.

— "Por supuesto, Yoruichi-sama es muy comprensiva y ese arrogante merece mano dura" — el rubio río divertido, le encantaba mirar las diferentes muecas que Sui Feng hacia.

— "¿Odias a Kuchiki Byakuya?" — la pequeña mujer lo miro por el rabillo del ojo.

— "No lo odio, solo odio su sucia boca al llamar de forma irrespetuosa a Yoruichi-sama" — cerro los ojos por un momento intentando tranquilizarse, solo el pensar que su adorada mentora se encontraba recibiendo esos insultos comentarios del bastardo la molestaba demasiado. — "además Yoruichi-sama tiene mejores cosas que hacer, en vez de estar con un niño maleducado" — avanzaron unos cuantos metros mas y ante ellos se alzaban las puertas de la mansión Kuchiki.

— "No te metas en mi camino Urahara" — él simplemente alzó los brazos en modo de rendición y negaba con la cabeza.

— "Me parece divertido, últimamente todo esta muy aburrido" — sin importarle el comentario, Sui Feng utilizo sus habilidades para adentrarse al lugar sin ser notada, siendo seguida por el capitan de la doceava división.

No tardaron en localizarlos, ambos estaban en la rama de un árbol, mirando como la mujer morena le palmeaba la espalda a un sonrojado Byakuya.

Urahara miro como Sui encarnaba la seja, pensando lo que en este momento él quería decir.

— "No sabia que Kuchiki gustara de Yoruichi-san" — sonrió ante la neblina negra que salio alrededor de pequeña mujer. — "¡bueno!, era de esperarse, Yoruichi-san es muy hermosa" — su sonrisa se ensancho mirando los puños apretados de la pequeña chica. — "esperemos se confiese pronto Jajajajaj........" — tuvo que agarrarse del árbol para no caerse y aguantar el inmenso dolor que lo recorría por todo su cuerpo, tuvo que admitir que la discípula de su amiga pegaba duro, su entrepierna obviamente se lo comprobaba.

Sui Feng bajo del árbol y se acerco a los otros dos, dejando atrás a un adolorido Urahara.

— "Yoruichi-sama" — la capitana del segundo escuadrón la miro, inmediatamente sonrió mientras la saludaba.

— "¡¡Sui Feng!!, que pasa" — su mirada se centro en la mujer de su admiración, se apresuro a estar frente a ella.

— "Vine a recordarle que tiene que firmar unos papeles para el qui bento escuadrón Yoruichi-sama" — lo que antes tenia planeado decirlo con voz firme, ahora le salio con una voz dulce que siempre salia con su adorada mentora.