Pruebas

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Camino rumbo al laboratorio de Mayuri, iría a echarle un vistazo a su Zanpakutō y preguntar por el tiempo para la recuperación de Suzumebachi.

caminaba detrás de Nemu, ambas iban en silencio, miro a su alrededor, solo paredes de azul obscuro y uno que otro tubo con agua verdosa aparecían en su vista.

— "Por aquí" — abrió una puerta grande de color azul y le dio el paso, adentro se encontraba el capitán del doceavo escuadrón mirando unos tubos cuyo contenido era un liquido color purpura. — "Mayuri-sama" — él volteo su cabeza de costado, mirando a ambas mujeres por sobre su hombro para después sonreír como siempre.

— "¡Oh!, capitana Sui Feng, es una gran sorpresa tenerla aquí" — dejo el tubo que sontenia en la mesa frente suyo  y tomo uno ahora de liquido azul. — "Puedes retirarte, Nemu"—.

— "Si.. Mayuri-sama" — la pelinegra hizo una pequeña reverencia y girándose se encamino hacía la salida, la puerta detrás de ella se cerro y decidió avanzar hasta colocarse al lado del capitán.

— "¿Todavía no has terminado?" — su mirada estaba fija en su Zanpakutō que estaba dentro de un tubo enorme con agua cristalina.

— "En eso estoy, su mente todavía esta fracturada, se necesita hacer esto con cuidado o perderá la razón y se romperá" — explicaba calmada mente mientras acomodaba sus tubos de ensayo en una mesa de al lado, separándolos en varias cantidades y tamaños.

— "Y cuanto te tomara eso" — la miro con un poco de enojo.

— "El tiempo necesario para curarla Sui Feng" — aparto su mirada y siguió haciendo lo que dejo. Sui se permitió sonreír un poco al escuchar su nombre con ese timbre de irritación y fastidio, de entre todos los capitanes, Mayuri era el mas fácil de irritar.

— "Supongo sera para largo" — no recibió respuesta así que lo miro de reojo, sonriendo con diversión ante lo próximo que ocurriría. — "Aunque....... Ahora que lo pienso, Urahara lo habría echo en menos tiempo" — la reacción no tardo en suceder, primero fue un chasquido de lengua, seguido de un pequeño ruido de algo quebrarse y después un grito.

— "¡¡¡Entonces deberías acudir a él para este favor y dejar de hacerme perder el tiempo!!!, ¡maldita!" — ella sonrió otro poco mas y miro de nuevo a su Suzumebachi.

— "Lamentablemente también me desagrada, así que contigo es suficiente" — otro chasquido de lengua y después silencio.  

Miraba los datos marcados en la computadora sin comprender nada, miro por sobre su hombro al científico, quien miraba y anotaba en un cuadernillo, después su mirada fue a los tubos de ensayo y por ultimo a su Zanpakutō.

— "Hoy parece un día aburrido" — comento casualmente y sin esperar una respuesta, en realidad no quería irse.

— "Todos los días lo son, simplemente ahora no hay con quien pueda ser mi pequeño conejillo de indias" — ella sabia a lo que se refería, y sentía en este momento mas curiosidad de la que comúnmente sentía ante cualquier idea loca de ese loco hombre, posiblemente por el aburrimiento fue que dijo lo que dijo.

— "Mientras no sea algo tan peligroso y contraproducente para mi, entonces creo que podría permitirte divertirte por este día" — Mayuri dejo de escribir y la miro sorprendido, parpadeo varias veces confundido y después de mirarla a los ojos fue que se dio cuenta de que lo que había oído fue real.

— "¡Oh!, pero que grata sorpresa escuchar eso" — dejo los papeles en la mesa y se acerco a ella.

Sus pasos fueron lentos y su sonrisa se acrecentaba aun mas.

— "¿Hay una razón especial para este pedido, capitana?" — frente a frente ambos se miraron.

— "Simplemente te doy la oportunidad de "explorarme" — hablo con total indiferencia los ojos del contrario brillaron, y su sonrisa se reducido un poco.

— "Esto esta muy interesante, y como se que no habrá otra oportunidad...  " — su mano se poso en su espalda baja y la encamino hacia el otro extremo, donde estaba colocada una silla de cuero inclinada para la comodidad y cableado que conectaba a una maquina que se encontraba a un lado, — "toma asiento y ponte cómoda" — dejo que se acomodara mientras él tomaba de una mesa a unos pasos, un casco de cableados y los conectaba a la maquina, después se volvió hacia ella para colocarle el casco.

Ella se dejo hacer, esperando pacientemente mientras ajustaba el casco a su cabeza.

— "No te preocupes Sui Feng, te tratare mejor que cualquier otro que haya estado en tu lugar" —  sonrió un poco, claro que lo sabia.

Days Whit Sui FengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora