Otra de las teorías conspiranoicas nos indica que la vacunación, especialmente las del sarampión, rubéola y la gripe, genera o puede generar en los niños que se someten a ella autismo. Se trata de una creencia que ha sido refutada en numerosas ocasiones pero que en muchos casos sigue vigente, siendo motivo de que algunos padres no quieran vacunar a sus hijos.