My Ideal Boy?

Capítulo 20: Tregua.

–¡Pero qué alto estás primo! –Yang Mi exclama con tanta felicidad y sus brazos abiertos en súplica de un abrazo.

–¿Primo? ¿Qué? –Byung Yoon la detiene por los hombros.

–Hijo... –la señora Lee ríe ante lo cómico de la situación–, ella es Yang Mi.

–¿Yang Mi? –él frunce su ceño analizándola de pies a cabeza– No lo creo...

Yang Mi da un paso atrás y se cruza de brazos haciendo un puchero para mirar furiosa a su primo. –¿Como que "no lo creo"? –imita la voz de su primo con gracia.

Byung Yoon se hecha a reír, el acto ha servido para confirmarle que se trata de la misma pequeña prima que no veía hace bastante tiempo, pero decide continuar molestándola.

–Actúas similar a la nena, pero... –pone su mano bajo su barbilla pensativo– No lo sé... tu imagen no coincide.

–Deja de jugar, no es gracioso. –ella rodea sus ojos con molestia y mantiene una mueca.

–Esa mueca esa mueca... –se acerca para pellizcarle la mejilla– Te dije que no hicieras muecas porque te ibas a quedar deforme, ya veo que no me hiciste caso porque te ves horrible.

–¡Suéltame! –ella intenta empujarlo, pero es imposible librarse de él– ¡Suéltameeee!

–Pequeña mocosa revoltosa... –ha atrapado las dos mejillas.

–¡Duele! –ella estira su mano para alcanzar el rostro de su primo, pero no lo logra– ¡Ya no siento las mejillas Yooooon!

Byung Yoon suelta a su víctima para luego atraparla en un estrujante abrazo.

–Mis mejillas... –se queja ella hundida en el pecho del alto primo– eres un bruto...

–Te extrañe mucho nena.

–No lo creo porque no me has ido a visitar –se aparta para mirarlo–. No es como si vivieras en otro país, solo es otra ciudad. No queda tan lejos ¡¿Lo sabes?! –sus ojos se llenan de lágrimas y vuelve a hundirse en el pecho de su primo.

La expresión de Byung Yoon se torna triste. –Lo lamento... –la abraza–. Teníamos nuestras razones...

–¿Razones? –se aparta del abrazo para mirarlo– ¿Qué razones?

–Bueno... –él mira a su madre–. Bueno... es... es que...

–Yang Mi... –la señora Lee interviene– Nosotros decidimos alejarnos porque la última vez que fuimos tus padres... –aclara su garganta– criticaron a mis hijos por vestirse... –rodea sus ojos y señala a su hijo– míralo, ropa enorme... escucha música... que a tus padres no les agrada y bueno, tampoco nos gustó como te tenían aislada de todo como si fueras...

–Una muñeca que iba a romperse –completa Byung Yoon con molestia.

–¿Por eso se alejaron...? –ella suspira.

–¡Pero eso ya no importa! –sonríe ampliamente–. Ahora estas aquí.

Byung Yoon se instaló en la habitación de su hermano con la ayuda de Yang Mi, mientras platicaban el día transcurrió rápidamente, el señor Lee llegó a casa para el almuerzo y comieron todos juntos.

–Chicos, iré a una cita con mi amada esposa –anuncia el señor Lee–, los dejaremos a cargo de lavar los platos. ¿de acuerdo?

–Está bien tío –sonríe Yang Mi levantándose de la mesa.

Los padres de Byung Yoon se fueron de casa y los dos jóvenes se encargaron de limpiar por completo la cocina entre bromas y más platica.

–¿Y ahora qué hacemos? –pregunta Yang Mi.