One Shots Camren GiP

Mi Vecina

Camila's POV

Estaba en mi cuarto, con un short pequeño y una camiseta, viendo una película cuando de pronto siento que vibra mi celular, lo tomo y contesto sin ver quien era.
- Hola - dijo dubitativa.
- Hola preciosa - me dijo una voz ronca del otro lado de la línea.
- ¿Si? ¿Con quién hablo? - no tenía idea de quien era.
- Con una persona - me contestó con un tono ¿sensual?, ya no quería seguir hablando con ella así que le di un ultimátum.
- Oiga, no sé quien sea, pero no me joda, y búsquese a otra vieja que le siga el juego - colgué.
Volví mi atención a la película, justo estaba pasando una escena hot y bueno, como ya era de noche, mis padres y mi hermana ya dormían decidí toquetearme.
La escena de la peli era cuando el hombre empieza a sacar la blusa de la chica y poco a poco la va deslizando por su piel, la chica por otro lado empieza a rasgar los abdominales del joven con la intención de llegar a los pantalones, desabrocharlos y bajarlos; el chico acaricia la piel morena de aquella chica, traza cada curva con sus manos hasta llegar a la altura de su cintura donde estaba el borde de su short.
Mientras la escena avanzaba, mis manos ya estaban recorriendo mis pechos y poco a poco una de mis manos iba bajando hacia mi entrepierna. Mi polo lo fui levantando (que bueno que no llevaba brassier) e iba dejando expuestos mis pechos, que al sentir el aire se pusieron duros, mi otro mano estaba trabajando en mi centro de placer, mientras aún seguía observando la escena.
Cuando me estaba masturbando, sentí que alguien me veía, alcé mi mirada y con lo único que me encontré fue con la ventana del cuarto de mi vecina que estaba apagado, así que volví a hacer lo que estaba haciendo.
Estaba dándome placer, cuando de pronto escucho el vibrar de mi celular, lo cogí para contestar rápido y luego terminar con mi orgasmo que ya se avecinaba.
- Aló - dije jadeando.
- Que crees que estás haciendo pequeña traviesa - era la misma voz ronca que me llamó hace rato.
- Por favor, señora, déjeme de joder - suspiré, no puedo creer que su voz ronca me puso a mil - además no sé porqué estoy hablando con usted si ni siquiera la conozco - jadeé.
- Que te deje de joder - tomó aire - si ni siquiera estoy ahí encima tuyo jodiéndote, como quieres que te deje de joder si ni siquiera lo hago - terminó,
- Por favor, déjeme de hablar y de fastidiarme - bufé ya cansada - solo quiero terminar con lo empecé, así que me hace el gran favor de colgar - creo que se escuchó más como una pregunta.
- Porqué quieres terminar con algo, si conmigo lo puedes empezar mejor y terminar mucho mejor - dijo usando su voz ronca.
- Sabe que, mejor cuelgo yo y no me vuelva a llamar - cuando me destinaba a colgar.
- Oiga señorita - volví mi atención a su voz ronca - le quiero pedir disculpas - y yo ne quedé con cara de "WTF",y aunque parezca una loca, no quería sus disculpas, quería que me siguiera hablando se esa manera - yo no debí hablarle de esa manera, fui una mala educada, le ofrezco una disculpa nuevamente - yo ya no soportaba más, quería que me siguiera hablando sucio, pero ella me seguía pidiendo perdón. Aish! - y como muestra de mi disculpa - dijo, espera, acabo de escuchar un par de risitas? - le voy a coger tan duro, que estará tan feliz que me perdonará una y otra vez, hasta por las cosas futuras - yo ya no podía con esa voz ronca, así que empecé a tocarme, dando cariño a mi clítoris que me pedía atención. La llamada aún no terminaba, o sea ella estaba escuchando mis pequeños gemidos que salían al darme placer; escuché que estaba respirando agitada, escuché como gruñía y respiraba agitada - señorita no me haga esto, si usted no está presente - me dice y yo seguía tocándome - Camila - Qué?? Cómo es que sabe mi nombre, me pregunté - deja de hacer eso si no estás dispuesta a dar lo que yo quiero.
- Y si estoy dispuesta a darte lo que quieras - le dije con la voz agitada.
- Solo te diré que dejes tu ventana abierta - apenas terminó de decir eso y me asomé a mi ventana y la vi, allá abajo con el celular en la mano, mirándome con esos ojos verdes que me comían. Abrí mi ventana y ella subió, quedó frente a mí cuando puso un pie en mi cuarto, me la quedé mirando y ella me escaneaba con la mirada. Aún con el celular en la oreja, al igual que yo, dijo.
- Volveré a hacerte esta pregunta.¿Estás dispuesta a darme lo que quiero? - me dijo con esa voz ronca que me excita.
- Qué tal si tú misma lo averiguas, señora Jauregui - le dije a mi vecina.