CAPÍTULO IV

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Sentados en el sofá grande extendí mi mano y le dije ven aquí, ella se acercó a mí, tomó mi brazo y lo puso sobre su hombro, y me dijo: "Aquí es donde quiero estar, es aquí donde me siento segura", me sorprendió mucho a tal grado de sonrojarme. Las horas pasaban, reíamos, ella me besaba, yo la besaba, la sensación que tuve es una cual no se puede explicar, ella seguía bebiendo, no con la intensidad de antes, era algo que ella podía controlar. Por otro lado estaban sus primas Ana y Martha. Ana es menor de edad por lo tanto Maru aún no le permite beber, Martha si está bebiendo y mucho, pero es de esas chicas que no cualquier cosa la hace estar borracha. Camila me dice al oído: "Amor, llevame al baño, necesito orinar". Me paré, la tomé de la mano y la llevé. El baño no tenía seguro, tampoco luz, a lo que ella me dice:
-."Quédate de ese lado, porqué me da miedo. Prestame tu celular para alumbrar porque no veo nada".
Saqué mi teléfono, encendí la linterna y se lo di. Ella comenzó a reír, cosa que me dio risa igual a lo que pregunté:

-.Oye jaja, ¿que pasa?
-.No vayas no vayas a estar espiandome Jack.
-.¿Pero como puedes pensar eso? Dije reindome.
-.Está bien, tonto, confió en que no lo harás jaja. Estaba pensando antes y sabes...
-.No, no lo sé Camila jajaja
-.Eres un tonto, dejame terminar Jack. Dijo riéndose.
-.Bueno, prosigue entonces.
-.Nunca me imaginé que me vieras en éste estado, ebria, llorando por ti, y a la vez haciendo tonterías para hacerte reír, por que si hay algo que me gusta es eso, el como sonríes.

Yo no supe que contestar, ya que mí sonrisa es una de las cosas por las que más me he acomplejado, de pequeño sufría de bullying por ello uso brackets y aún me acomplejo pero no como antes, y el escuchar eso me dejó atónito. Oí que ella se levantó de la tasa, subió su short y quiso bajar de la cadena, pero esta no servía, entonces entré y le dije:

-.¿Necesitas ayuda?
-.Estaría mintiendo si digo que no. Ayúdame jajaja
-.Jaja está bien, ¿Dónde hay agua?
-.En la ducha hay un tambo, de ahí puedes sacar.
-.Pero eso podrías hacerlo tu Camila, no es como que difícil.
-.Lo que pasa es que me da miedo como pueda salir una serpiente de ahí.
-.¿QUEEEE? Dije riendome, ¿Pero cómo puede salir una serpiente de aquí? JAJAJA
-.Yo he visto en las películas y me da miedo, así que no me contradigas Jack. Y comenzó a reír de igual forma.

Entré a sacar el agua del dichoso tambo que había en la ducha, le dije: "Ten, lavate las manos". Ella lavó sus manos, me dio la cubetita y yo iba a sacar agua, cuando meto la cubetita al tambo, ella me abraza por atrás, puso sus manos en mi abdomen, bueno, que abdomen, lonjas jaja, siguió bajando hasta tocar mi miembro y ella dijo:

-.¿Ves como si había una serpiente en la ducha?
-.¡Oyeeee! Ahí están tus primas Camila. Dije entre dientes y sonrojado.
-.¿Y qué pasó? Yo solo te estaba diciendo que en la ducha salían serpientes. Y comenzó a reír.

No me quedó de otra que reír igual, porqué fue entré gracioso e incómodo. Gracioso por lo que ella dijo e incómodo porqué afuera estaban sus primas. Y le dije:
 
-.¡Oye ya! Al menos dejame echarle el agua al excusado jaja
-.Ash, vamos, no seas amargado, si yo sé que te gusta jaja.
-.Pues no dije que no Cam, pero al menos que se vayan tus orines.

Comenzó a reír y no solo reír, ella estaba a carcajadas, así que entre esas risas, pude aprovechar para echar el agua a la tasa. Le dije: -.Vamos, salgamos de aquí, ya estoy por ponerme loco jaja. Salimos y nos dirigimos a la sala de nuevo, volvimos al mismo al sofá, ella se acostó en mí y seguimos hablando de todos nuestros buenos momentos y así pasamos mas o menos una hora y medía. Al cabo de que el alcohol se le terminó a Maru y ella dijo:

-.Bueno, se ha terminado la fiesta, ya es hora de ir a dormír.
-.¡Noooo!, yo quiero seguiiiir. Dijo Martha.
-.Ay sí mamá, un rato más. Dijo Ana.
-.No, además ya veo a Jack cansado, es hora de dormír.
-.Es un tanto sierto, pero no quiero que me odien por ello, por mi sigan, además, tengo que irme; dije.
-.No sobrino, ya es muy tarde, lo mejor es que duermas aquí y te vayas en la mañana. Juntaremos ambos sofás y duermes aquí, y Camila... tú si quieres vienes a dormír con nosotras o le haces compañía a él, y si te quedas les damos un poco de privacidad. Dijo con una sonrisa demasiado pícara.

Cuando escuché a Maru decir eso, di un mal trago de saliba, casi me ahogo con él y comencé a toser de forma así como ¿Que onda?. Entonces acomodamos los sofás, las chicas se fueron al cuarto, Maru sacó un ventilador y nos trajo unas sábanas para arroparnos.

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