Love

377 67 24
                                    


¿Ustedes creen que el primer amor nunca se olvida? Yo sí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Ustedes creen que el primer amor nunca se olvida? Yo sí. Quizás no sea tan fuerte como tu verdadero amor, pero es algo que te marca. Con esa persona es con quien exploras las maravillas del amor, es con quien tocas el cielo por primera vez y sientes esas mariposas en el estómago. Muchas personas tienen la fortuna de que su primer amor es también el amor de su vida, pero muchos no tienen esa suerte.

¿Yo? Pues, siendo sincero, no lo sé. Lo que siento por él, lo tengo claro, no podría sentirlo por nadie más, pero me han dicho que tu primer amor se siente así, entonces no estoy muy seguro, sólo el tiempo dirá.

Me encanta el sonido de su risa, su voz aterciopelada, cómo sus ojos brillan cada que sonríe, su piel suave y sin imperfecciones, su nariz perfecta, su cabello sedoso, el aroma a vainilla que tiene, sus manos tersas, su cintura, su todo. Amo su sentido del humor y la forma en la que se sonroja, su timidez para ciertas cosas y su osadía para otras, el pastel de chocolate que hace, su amor por los dulces y las cosas lindas y esponjosas, su interminable ánimo y chispa.

Adoro la forma en que pronuncia mi nombre, incluso ese horrendo sobrenombre que me puso cuando comenzamos a salir. Lo odié al principio, pero nunca tuve el corazón para decirle que dejara de llamarme así.

De verdad, conocerlo fue lo mejor que me pudo haber pasado.

Él fue quien se acercó a mí y me habló por primera vez, a decir verdad, porque yo era muy tímido. Yo solía visitar un parque cerca de mi apartamento bastante seguido, para tomar unas cuantas fotografías y luego recrearlas sobre un lienzo con óleos para distraerme un poco de la presión de mi trabajo. Allí fue donde lo vi. Estaba solo, admirando las flores, con una sonrisa en sus labios. Recuerdo que me quedé frío y quieto por un tiempo indefinido, observando cada una de sus facciones, admirando lo bello que era. No era mi intención pero, por inercia, tomé mi cámara y lo retraté, justo cuando sostenía una margarita con sus delicados dedos. En cuanto confirmé que era perfecta, corrí de vuelta a mi apartamento, la imprimí y comencé a pintar, aunque no estuviera tan acostumbrado a hacer retratos de personas. No me detuve hasta que toda su belleza estuvo plasmada en ese cuadro y sólo cuando terminé me di cuenta de que había pasado toda la noche pintando. Sonreí, complacido ante mi creación, aunque noté que ni el lienzo ni la fotografía captaban la belleza del chico en su totalidad. Nada se comparaba con verlo en persona.

Unos días después, volví a verlo, pero esta vez no tuve suerte para fotografiarlo, porque se dio cuenta y se acercó. Entré en pánico total, aunque no pude huir a tiempo.

—¿Estabas tomándome una foto?

No parecía molesto sino... divertido, como si el hecho que un extraño estuviera tomándole una foto como todo un acosador fuera chistoso o algo por el estilo. Con tartamudeos y unas cuantas palabras atropelladas logré explicarle lo que estaba haciendo y me disculpé con él por no preguntarle antes.

First Love ᵈᵒʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora