Capítulo único

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«¿Pero qué...?» —Pensó Kuroo sorprendido, ni aun tratándose de Lev se hubiera esperado eso de su parte.

De alguna forma no le parecía algo malo, sino que le aliviaba, por fin se había resuelto la preocupación del libero del equipo, aunque ese no eran el mejor lugar ni el mejor momento para zanjar el asunto.

A su alrededor, todos estaban mirando al mismo lugar. Las caras de algunos reflejaban más sorpresa que las de otros que, por ejemplo, desviaban ligeramente su vista de la pantalla en la que ya solo se veía un game over.
Pero sin duda la persona más sorprendida por las repentinas palabras del autodenominado as del equipo era Yaku.

Tan solo unos minutos atrás el equipo del nekoma había terminado su entrenamiento de la tarde, por lo que por el agotamiento acumulado durante el día todos estaban deseando volver a sus casas y descansar, pero por alguna razón que ni él mismo lograba entender, Yaku era el que estaba más cansado y por ello más irritado que los demás.

—¿Yaku, estas bien? Llevas un tiempo muy distraído, me estas empezando a asustar —dijo Kuroo mientras se acercaba a él al mismo tiempo que le ayudaba a recoger algunas pelotas tiradas por el suelo.

—Estoy perfectamente, ¿por qué? —expresó algo arisco el número tres.

—¡Ja!, no creerás que me puedes engañar, te conozco lo suficiente como para saber que te pasa algo —espetó Kuroo con aires de grandeza.

—¡Que no me pasa nada! —le gritó.

—Bueno, si no me lo dices no podré ayudarte a solucionarlo.

—Si no hay más remedio —suspiró resignado.

«Pan comido» —pensó el capitán victorioso.

—Bueno, que quede claro que ahora también es tu problema y me ayudaras con ello por cotilla —comenzó a relatar —la cosa es que Lev esta actuando raro, más raro de lo habitual.
Por ejemplo y sin irme más lejos: hoy al empezar el entrenamiento parecía que estaba teniendo una pequeña discusión con Inuoka asique fui a separarlos dispuesto a patearle, pero en el momento en el que Lev me vio salió corriendo.
Entonces se tropezó con un balón y cuando fui a ayudarle a levantarse se fue rodando, ¡literalmente! —terminó de contar algo apenado.

—No veo que tiene de raro, suena a que huía por su vida —soltó sin tener en cuenta la preocupación del libero.

—¡Pero es que esta no es la primera vez que hace algo así! —exclamó ofendido llamando ligeramente la atención de algunos integrantes que estaban cerca.

—Bueno, tratándose de Lev lo que sea que le ocurra se le pasará pronto, así que no te preocupes —concluyó con una sonrisa y una leve palmada de apoyo en la espalda.

«Si tu lo dices...» —dudó para sí mismo entristecido.

—¡Yaku-san! —de repente se escuchó a alguien gritar por todo el gimnasio.

Lev corría hacia Yaku ignorando las miradas extrañadas de algunos compañeros por su repentina llamada de atención.

—¡Tengo algo muy impor- —no pudo terminar de hablar puesto que cuando llegó hasta ellos Yaku le pateó en la espalda y ahora se encontraba medio tumbado en el suelo.

Nueva pareja en el Nekoma [Levyaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora