Capítulo 1

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El planeta

En un planeta lejano vivía un chico, con dones especiales.

El único problema es que siempre estaba solo y quería a alguien que lo acompañe.

Un día fue a un planeta llamado "Merkdros"
donde sólo vivían los comerciantes.

Cuando llegó, vió muchas mascotas, pero ninguna le agrado, hasta que un comerciante le dijo:

-Tengo una mascota rara... Igual que tu

El muchacho se sobresalto al saber que podía leer la mente, entonces dijo:

-Bueno, si sabe como soy, muéstrame todas las mascotas que tengas- dijo con tono de miedo y alegría.

El comerciante le enseñó muchas pero ni una le gustó, hasta que al final abre una puerta pequeña y que ve algo parecido a un perro con 7 colas y negoció y lo compró. Al final el comerciante dijo:

-No eres el único que tiene dones especiales muchacho-

-¿Gracias? - No sabia si decir gracias o que le dejara de leer la mente.

Cuando el y su mascota llegaron a su planeta, le quiso poner un nombre pero no sabía que nombre le pondría, así que mientras el estaba pensando su mascota lanzó una roca y en vez de que ésta cayera  al piso, le devolvió a la boca y fue en ese entonces donde el joven le puso "Bumerán".

Al día siguiente, el chico se levantó con mucho ánimo porque ya no estaría solo, pero al despertar no lo vio; al principio pensó que estaba jugando a las escondidas, pero al cabo de un tiempo... No respondía así que fue a todas las galaxias cercanas.

Le llevó días hasta que un robot le dijo:

-Con mi oído robótico puedo escuchar muchas cosas, unas horas antes escuche algo sobre una criatura majestuosa, lo malo es que los piratas ya se fueron.

Le dió las gracias y en ese mismo momento fue a buscar a su amigo, fue en la dirección en la que dijo el robot y el cabo de unos minutos encontró unos piratas, con sigilo fue a la cubierta para ver si "Bumerán" estaba ahí, pero lo único que encontró fue un animal legendario que solo se podía ver una vez en la vida.

Se preguntó a sí mismo ¿Donde estará Bumeran? y cuando la criatura lo escucho, quiso salirse de la jaula; el muchacho pensó que no era pero al repetir la misma pregunta la criatura dio un gruñido y quiso escaparse de nuevo entonces ahí reconoció a "Bumerán".

Sin saber que alguien acechaba a los piratas, el capitán dijo:

-Lleven esta joya al centro de carga, porque pronto nos iremos.

No quiso averiguar cuanto se iban a tardar, entones, sigilosamente...

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