Inspirada por Rooftop de N.Flying, escribí esta pequeñita y muy dulce historia para mi par consentido de Starmyu.
¡Espero les guste!
El arte de la portada pertenece a motimotipon en twitter.
.
.
-¡Nayuki!-
Aquel llamado resonó en cada espacio de la cocina casi desolada, salvo por el susodicho por supuesto. Nayuki, que casualmente terminaba lo que preparaba, inmediatamente giró la cabeza hacia la entrada encontrando ahí a Hoshitani cruzar el umbral de la puerta.
-Ven conmigo, ¡Ya!-
Frente a frente, Nayuki ni siquiera tuvo tiempo de abrir la boca cuando Hoshitani lo tomó de la mano y lo haló fuera de la cocina. Hoshitani parecía bastante apresurado, incluso ansioso, y Nayuki se extrañó por completo aunque dejó que el otro lo guiara hacia donde deseaba, ya se enteraría de lo que sucedía. Guardando silencio, ambos transitaron rápidamente por los pasillos vacíos de los dormitorios (era bastante tarde como para que hubiese gente) y subieron todos los escalones llegando exhaustos a la terraza...
El cielo oscuro y la brisita helada del invierno los recibió a los dos. Nayuki sintió bastante frío, no llevaba mucho abrigo después de todo, y Hoshitani lo guió un poquito más allá... Donde tomaron asiento sobre un bajo muro del suelo.
-Hoshitani-kun, ¿Qué hacemos aquí?- finalmente decidió preguntar, y cuando sus manos se soltaron se abrazó a sí mismo.
-Espera y verás.- le aseguró con un guiño, luciendo más emocionado ahora.
-Hace frío...- su quejido se perdió en un susurro.
Hoshitani, al haberlo escuchado claramente debido a la cercanía, se disculpó y tomó de su lado una manta con lo que los arropó a los dos. Nayuki se quedó estático por un momento, definitivamente Hoshitani no dejaba de sorprenderlo con sus ocurrencias... Y ahora, ¿Qué tenía este en mente?
Se sumergieron en un cómodo silencio por un rato, ya no había mucho frío gracias a la gruesa tela y el propio calor que entre los dos compartían, y nada sucedía. Antes de que Nayuki pudiera preguntar nuevamente, Hoshitani se le adelantó:
-¿Qué está pasando...?- se preguntó más para sí mismo, pero audible para los dos.
-Hoshitani-kun...- pronunciando su nombre Nayuki quiso consolar al otro que ahora se lucía algo decaído.
-Se suponía que habría una lluvia de estrellas...- se explicó, por lo bajo- ¡Y no puedo ver ni una sola estrella en el cielo!- esta vez alzó la voz algo decepcionado, parecía un niño pequeño haciendo una rabieta.
Y ahí, finalmente Nayuki lo entendió todo. Echando un vistazo el cielo comprobó que, en efecto, estaba completamente oscuro (ni siquiera la luna podía notarse) y de no ser por las luces de la ciudad seguro no verían nada en esos momentos. Sin embargo, a pesar de la desilusión, Nayuki se sentía contento... Le pareció muy tierna la forma en la que Hoshitani lo llevó hasta allá, incluso se dio cuenta que lo había planeado y la manta era prueba de ello. Tal vez no habían estrellas en el cielo sino un manto en penumbras y poco romántico, pero el hecho de estar en ese espacio, sólo ellos dos en un ambiente tranquilo, era bastante para Nayuki... Después de todo, Hoshitani era la persona de la que se había enamorado hacía tres años atrás y que amaba cada vez más.
-No te preocupes, Hoshitani-kun...- consoló nuevamente, comprensivo y cariñoso, girándose para verlo- La estrella más grande y deslumbrante está frente a mí en estos momentos.- las palabras sólo se deslizaron por sus labios, tan naturalmente, y debido a ello sus mejillas se tintaron de rosado apoyándose del frío clima.
Los ojitos esmeraldas de Hoshitani se abrieron de par en par, titilando sin cesar, y su rostro enrojeció también ante la inesperada declaración. Nayuki no se perdió de ello a pesar de lo muy tímido que se sentía por lo que había dicho sin pensar, que no era más que la pura verdad, y se mantuvo observándolo fijamente. Ya no era un secreto para los dos lo que sentían mutuamente, aunque fue un poco más difícil de entender para Hoshitani, y a Nayuki le hacía feliz que el amor florecido en su corazón por el castaño fuese correspondido... No había mejor dicha que su estrella favorita, la que más le gustaba en el mundo, tuviera sólo ojos para él.
Pocos segundos después, en los que ambos permanecieron callados, una risita gustosa escapó de los labios de Hoshitani, que enrojeció aún más sus mejillas. Nayuki le sonrió, su corazón latía demasiado a prisa considerando que se hallaba sentado, y Hoshitani lo encerró en un abrazo sincero y afectuoso, resguardados por la cobija que aún los envolvía.
¿Para qué una lluvia de estrellas si la estrella más deslumbrante estaba frente a sus ojos? Pensó Nayuki mientras se aferraba a Hoshitani, percibiendo su aroma característico y su calor acogedor.
.
.
Notas Finales: ¡Gracias por leer!
YOU ARE READING
Lluvia de Estrellas
Fanfiction[Hoshitani/Nayuki] ¿Para qué una lluvia de estrellas si la estrella más deslumbrante estaba frente a sus ojos?