Esa maldita sonrisa

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¿Por qué estoy haciendo esto?

Tener semejante pensamiento mientras esperaba fuera de la facultad de Ciencias Ecológicas no era nuevo, y más cuando realmente era consciente de la respuesta.

Tal como si el universo lo hubiera escuchado, la razón de su espera salió de la facultad rodeado por sus compañeros de clase. Luffy tuvo que guardarse un suspiro para sí mismo, ver a Zoro le provocaba internamente sensaciones que no podía explicar... al contrario del peli verde, el cual solo pasó por su lado y siguió de largo. Listo para marcharse de la universidad...sin dirigirle ni una sola mirada al más pequeño.

Eso, por supuesto, ya era rutinario. Luffy solo suspiró cansado y se dio la vuelta para irse en sentido contrario.

¿Cuántas veces había pasado esa misma situación?

El amor era absurdo, Luffy lo sabía bien. Enamorarse de su preparador de cálculo I fue el peor error que pudo haber cometido en toda su vida, más al ser su primer enamoramiento.

Todas esas sensaciones eran nuevas: euforia, timidez, calidez, seguridad, nervios...todo esto cuando Zoro estaba a su lado y le hablaba.

Si lo pensaba bien, esos sentimientos por el joven preparador no estaban ahí desde el principio.

¿Cómo había ocurrido entonces?

Sencillo. Tenía que tomar consejos de alguien para su matería de cálculo y que mejor forma que asignarle un preparador a su clase... estupendo, no había problema con eso.

Hasta que vió esa maldita sonrisa.

Si Luffy tuviera que decir las razones por las que se fijaba tanto en Zoro no tardaría ni un segundo para reponder: su sonrisa.

Las dos primeras semanas que compartió preparaduría con Zoro fue normal: un chico no más de 3 años de diferencia que le explicaba operaciones algebráicas; hasta ahí bien.

El problema fue cuando, queriéndoselas dar de listo, le mostró un análisis a Zoro que este consideró brevemente correcto. Por supuesto, eso animó al preparador para darle breves expicaciones al pequeño bachiller.

Ver el ánimo con la que Zoro hablaba del análisis que había hecho, fue solo un pequeño comienzo, un primer latir en su corazón.

Después de eso prestarle atención a las clases de Zoro se hizo cada vez más frecuente: Solo veía prepas una hora a la semana y se pasaban volando.

No sabría decir cuando del ánimo que tenía Zoro durante las clases pasó a fijarse en el cabello del joven, luego en la cara, los ojos, la ropa, hasta llegar a su sonrisa. Cada vez que Zoro sonreía, el mundo interno de Luffy se movia por completo.

Quizá sonase absurdo, de novela y cliché. Pero no había otra palabra para definir ese sentimiento que una atracción fuerte. Al final de cuentas, decir que era amor ya sería precipitarse.

De todas formas, Luffy no podía conformarse con esa hora semanal: empezó a frecuentar los sitios donde Zoro a veces iba a pasar el rato (biblioteca o el cafetin), empezó a escribir más en el grupo de preparaduria de Whatsapp, e, incluso, terminó en el stalker.

Si unos meses atrás le hubieran dicho a Luffy que Stalkear era algo común en las cosas que uno hace por su crush, seguramente Luffy les hubiera dicho que no entendía y que le parecía absurdo ver fotos de instagram de la persona que te gusta.

Pero ya entendía el sentimiento.

Cabe decir que Stalkear a Zoro no fue la mejor decisión que pudo tomar Luffy, al final de cuentas descubrió que el peli verde tenía una novia llamada Robin. No tenía muchas fotos con la chica, pero estaba seguro que era su novia una vez la buscó en su facebook y vio la foto en su muro con Zoro y un "te amo bb".

Llegó a su casa y se tiró a su cama colocando sus brazos sobre sus ojos. Se sentía frustrado, ¿por qué se tuvo que enamorar de esa estúpida sonrisa que tan solo recordarla le hacía latir el corazón a más de 90 latidos/min?

No le había contado a nadie sus sentimientos, pues no necesitaba ningún consejo para saber que debía superarlo: 1. Zoro tiene novia 2. Casi no pasan tiempo juntos y 3. Zoro ni lo conoce.

Antes no se le había metido en la cabeza la 3era razón; "coincidian" mucho en la biblioteca, y estaban las diversas intervenciones en clase que harían pensar que el peli verde por lo menos se interesara en saber un poco sobre el otro...pero no fue así. Hace una semana, cuando Zoro estaba cuadrando una actividad, le preguntó directamente a Luffy "¿Cómo era que te llamabas?"

Supongo que por eso me siento tan mal...

No hay nada más frutrante que pisar piso y saber que todo lo que has fantaseado con la otra persona solo fue eso, una fantasía. La otra persona ni sabe de tu existecia, y tampoco piensa en ti como tú lo haces las 16 horas del día por él. La otra persona no está tan ansiosa en dar la prepa como tú lo estás por estar ahí solo para verlo 45 minutos. La otra persona no te sigue en ninguna red social como tú quisieras seguirla en todas, mas por prudencia no lo haces...

Sí, el amor apesta

Quería que terminaran sus fantasías, quería volver a su vida anterior sin tener que preocuparse por algo tan ridículo como sentimientos desconocidos. Sabía que no podía.

Una vez estás en esa situación, necesitas mucha fuerza de voluntad para salir de ella.

Voluntad para evitar seguir viendo sus fotos, voluntad para evitar emocionarte por cada vez que escribe en el Whatsapp, voluntad para no querer con todo el alma que empiecen sus clases...voluntad para evitar que esa maldita sonrisa haga latir tu corazón a más de 1000...

Este tipo de amor no duele, yo diría más que te frustra

Suspiró por treintaceaba vez en el día, ya se estaba volviendo una costumbre. Sacó su teléfono y se dio cuenta que el grupo de prepas tenía dos mensajes

Zoro Prepa: Oigan chicos, ¿Les pareció buena la prepa de hoy?
Chooper: Sí, gracias por darla Zoro

Quería responder, quizás agradecido, quizá sarcástico, había muchas maneras en las que quería expresarse con Zoro, divertido, serio, cariñoso...

Al final no escribió nada

Dejó el teléfono de lado y se puso a dormir un rato, sabía que en el mundo de los sueños era el único lugar domde su fantasía se podía hacer realidad: Zoro sabiendo de su existencia, queriendo verlo tanto como él lo hace, intentando algo...

Y sobre todo, dedicándole a cada rato esa maldita sonrisa.

A veces no hace falta ser un idiota para no darte cuenta que esos sentimientos te hacen daño. A veces hasta somos conscientes de ello y nos negamos a deshacernos de ellos simplemente porque esas sensaciones que vivimos son únicas.

El amor nos hace tercos, estúpidos y ciegos

///////////Fin////////////

Hola gente, tiempo que no escribía nada. No tengo mucho que decir realmente, he estado ocupada y frustrada por culpa de los problemas de mi país pero bueno.

Espero que esta historia llegue a varios, porque desde que empecé a escribir fanfics hasta ahora he madurado de una forma que me he dado cuenta que el amor no es tan fácil como uno planta aquí.

Existe el amor no correspondido, aquel que nunca estuvo destinado a ser. Los amores tóxicos, aquellos que nos negamos a soltar por esperanzas o por miedo a lo nuevo.

No he escrito más por eso mismo, siento que mi visión de amor es otra. Aquí hay una muestra de ello: el amor platónico, aquel en que tú imaginas todo un escenario cuando al principio ni tenías el lugar ni los actores para hacer la obra

Tengan cuidado, la imaginación es peligrosa. Con este One-Short solo quise plasmar eso, y para ello usé el ZoLu. No sé si así actua una escritora renovadada o no, pero bueno.

Tengo problemas de luz e internet, así que no prometo contestar los comentarios a la velocidad de Sonic The Hedgehod, pero intentaré leerlos. Quiero saber cómo les llegó esta historia y qué sensaciones les produjo.

Cuentenme, ¿Les sucedió algo parecido?¿Se sientieron identificados? Me gustaría saber

Así que los dejo, ¡hasta la próxima!

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⏰ Última actualización: Apr 17, 2019 ⏰

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