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"Un domingo nostálgico"

Las mañanas eran siempre agradables, con la luz del sol asomándose entre las cortinas, el sonido de los pájaros y el calor acogedor de otro cuerpo abrazado al tuyo.

Las mañanas solían ser muy agradables cuando estaba con Namjoon.

No era tristeza, pero si cierta nostalgia. Habían pasado tantos años desde la última vez que durmió solo, que ahora era incómodo. Seokjin no podía conciliar el sueño, o comer igual de cómodo. Intentaba preparar la misma pasta que hacían cada tercer domingo del mes, pero detestaba comerla solo. Hasta las labores domésticas comenzaron a convertirse en cosas que odiaba hacer. Más pesadas, aburridas. 

De cualquier forma, lo que sentía no era tristeza. Era nostalgia, quería suponer.

En un intento de no deprimirse mucho, comenzó a trabajar por las noches con Jimin, en el estudio. No hacía mucho, pues no había demasiado que hacer. Su hermano y Yoongi tenían todo bajo control, pero aceptaron esa "ayuda extra" sabiendo la razón que llevaba al infeliz Seokjin a hacer eso. De hecho, había tomado sus primeras vacaciones. Nunca lo hizo antes porque amaba su trabajo y le parecía aburrido alejarse de el. Hasta ahora, claro.

Por las noches, encerrado en el gran salón de prácticas, Jin se sentaba y lloraba por largo tiempo. No era de llorar mucho... Odiaba los mocos, y los ojos rojos. Pero no podía evitarlo. Por más cosas que hiciera, por más ropa sucia que lavara o perros que paseara, por más risas que provocaba en ese estudio, nada podía hacer que borrara ese pensamiento de su mente.

Namjoon era tan cordial, tan tranquilo. Ese era el hombre del que se había enamorado, de un tipo con manchas de grasa en el uniforme y sonrisa de labios cerrados. Se había enamorado de besos en la nuca y la manera en la que lo hacía sentir tan querido, pero sin quitarle su espacio. Siempre dejándolo ser. Namjoon era un tipo tan normal, bebiendo cerveza y mirando películas de acción los sábados por la noche, o tomando directamente de la botella de vodka en las fiestas. Era por eso que Seokjin no entendía como había llegado a hacer lo que hizo.

Era culpa de el, después de todo. El le rompió el alma de una manera tan horrible, que lo convirtió en alguien despreciable.

Ese hombre nunca lo había tocado para nada que no fueran caricias, para nada más que darle amor. Y lo golpeó tan fuerte que si cierra los ojos muy fuerte, recuerda la mano en su roja mejilla, y como se sintió tan mal por dentro. Como la peor persona en el mundo por obligar a ese hombre a ser violento. Al hombre que días antes besaba su cuello y le decía "mi amor".

No le contaría a nadie lo sucedido, porque no quería ser señalado. No quería que lo trataran como alguien malo, porque no lo era, no lo merecía. Prefirió simplemente decir que terminaron, porque ya no se llevaban bien.

No se llevaban bien.

Al decirlo pensó que era ridículo, que eso era lo contrario a el y Namjoon. Pero no estaba tan lejos después de la última vez que se vieron. Y esa maldita pelea, esa discusión que terminó con una relación de tantos años. Pero no era tristeza, Seokjin seguía diciéndose que era nostalgia, aunque sabía que ese nudo en la garganta solo estaba ahí cuando moría de tristeza, aunque quería arrastrarse debajo de Namjoon y rogarle su perdón. Era nostalgia, no más que eso.

☾             ☾              ☾               ☾

Sentados en el sofá de un departamento sucio, Yoongi y Namjoon compartían el mismo sentimiento de desaliento.

—Te digo, hermano. No lo dejes marcharse así, es una estupidez—Yoongi llevaba días intentado arreglar la situación, preocupado por la salud mental del desaliñado hombre frente a el.

No tienes idea de cual es la razon, Yoongi. Deja de insistir y de hablarme de... El. No quiero hablar de eso, y no quiero que te metas en mis cosas—recalcó, pues antes ya le había dicho esto. La culpa se lo comía vivo, mirando a su hermano con las muletas a su lado y el pelo pegado a la frente por el sudor. Llevaba días sin dormir bien y sin ir a trabajar, era obvio que tarde o temprano Yoongi y Jimin se iban a preocupar. Pero no le diría nada todavía,  porque el quería de verdad joderle la vida a Seokjin también, pero era consciente de que no podía hacerle daño.

Le gustaba mucho la sonrisa de Seokjin. Solía decir que nunca haría nada para borrarla, pero lo hizo, y no podía dormir pensando en ello. El nunca le había pegado o gritado, y cuando lo hizo sintió unas terribles ganas de besarlo y pedirle que lo perdone, que estaba fuera de si, que no era su intención. Pero Seokjin lo había puesto entre la espada y la pared, y aunque se lo comiera la culpa no volvería a acercarse a ese hombre.










N/A:

Arrancamos con capítulo corto y MUCHA dificultd (escribo desde el teléfono y he tenido problemas desde la actualización) pero las tkm y me alegra volver a escribir para ustedes.

all the love, ili

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⏰ Última actualización: Mar 07, 2019 ⏰

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