Extra🐾

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[Narración]

Algo que Seokjin siempre escondió es que desde la muerte de su hermano, Jimin se le aparecía en sueños.

Al principio no podía creer que era real, por más que su hermano le repitiera una y otra vez que él estaba allí.

La muerte de Park Jimin no podría haber sido más brutal: Un accidente en la noche donde un camión le destrozó casi todos los huesos del cuerpo, su muerte no fue instantánea, agonizó un par de minutos hasta morir; para posteriormente atormentar a su hermano en sueños, como el fantasma del joven pelinaranja y alegre que era.

Y el mayor usaba esa palabra, “atormentar” aunque lo que hacía Jimin la mayoría del tiempo era pedir regresar con Jungkook, o hablaba de él, de su relación y de que debería haber sido un poco menos exagerado en esa última discusión.

Seokjin nunca supo porqué su hermano lo eligió a él, entre todas las personas, para comunicarse con el mundo de los vivos, pero allí lo tenía, en sus sueños, todas las noches, contándole cosas que eran reales y que so confirmaban que era en verdad, el mismísimo Park Jimin.

Seokjin no tenía contacto con su hermano o con Jungkook desde el día en que se habían presentado como una pareja, ya que no era algo con lo que estuviera de acuerdo, por eso le parecía raro que su hermano haya vuelto con él.

Suponía que eso que dicen en las películas, de que los fantasmas se quedaban en la tierra cuando tenían “algo pendiente” era la razón de todo eso, y al principio creyó que era hacer las pases con su hermano.

Estaba equivocado.

Todo se fue a la mierda cuando Seokjin encontró el celular de su hermano, ni bien lo tomó, por primera vez, Jimin le habló estando él despierto.

Al principio fue raro. Muy raros pero ya que se comunicaba con su hermano muerto por sueño... Eso no era muy diferente.

Al escuchar la voz de Jungkook, Jimin quiso responderle, pero Seokjin no lo dejó.

Eso no le gustó mucho a Jimin, quién se podría decir que si comenzó a “atormentarlo”: movía las cosas de la casa, abría las puertas y llegaba a susurrarle al oído que debía hablar con Jungkook.

Él era el más afectado por el fantasma del joven, pero su madre se asustaba muchísimo cuando las cosas parecían tener vida propia y llegó a irse de la casa hacia un hotel.

Fue cuando Seokjin dijo que era suficiente.

El mayor quiso encargarse de que Jungkook no mandara mensajes de voz a la casilla, para no tener a su hermano en la cabeza y en su casa, aunque no sirvió.

No logró convencer a Jeon Jungkook de dejar de llamar.

Incluso luego de borrar el número de Park Jimin del mundo, él no lo dejaba en paz.

Fue en los últimos mensajes que Jungkook le dejó, que enserio se sintió mal por él, Jimin había comenzado a llorar y a rogarle que lo ayudara, y aunque su hermano no lo hubiera pedido con todo su corazón que hiciera algo por el chico, Seokjin lo hubiera ayudado igual, por simple humanidad.

Jimin lo obligaba a llamar a Jungkook, a cuidarlo, fue quien le pasó la dirección de su departamento, el que le dijo de su comida favorita y el número de su psicólogo.

Porque Seokjin le mintió al de cabellos castaños cada vez que decía conseguir algo nuevo de su vida, en verdad, era Jimin quién le decía todo.

Se le complicaba cuando hablaba en tiempo presente de su hermano, porque para él, Jimin estaba muy lejos de estar muerto.

Porque bien, no era fácil de entender, ni de explicar. Para otros, Seokjin podría estar totalmente loco, y no quería que se supiera.

Le llevó las pastillas, le limpió el departamento y le dio de comer, todo a pedido y orden de Jimin, hablando sin descanso en su cabeza.

Estando con Jungkook, Jimin también estaba presente, y muy feliz.

Por una vez, Seokjin se sintió como un buen hermano mayor, le gustaba esa sensación.

Incluso ese beso, fue por orden de Jimin, su hermano quería sentir los labios de su amado una vez más, aunque sea por un tercero.

Seokjin estaba más que avergonzado al respecto y le había gritado de todo incluso con Jungkook a su lado, a él no le gustaban los hombres y Jungkook no era la excepción, por más que su opinión al respecto de los homosexuales había cambiado un poco al cuidar al depresivo y débil Jeon Jungkook, entendía que era una persona, como él, pero destrozada; eso no lo hacía gay y no pudo evitar sentir asco.

Jungkook era un pobre chico con el corazón roto por un terrible accidente del cual se culpaba todo el tiempo.

Aunque después de ese beso, Seokjin quiso que la tierra se lo tragara.

Todo fue muy rápido después.

Jungkook dejó un mensaje de voz en su celular, una llamada que había visto pero no había querido atender a propósito, y había hablado con tanta tranquilidad que no se había dado cuenta del mensaje principal.

Jeon Jungkook se suicidó con una sobredosis de pastillas, cuando lo encontraron ya no había nada que hacer.

Aunque el cómo lo encontraron también lo involucraba en mayor medida. 

Jimin había hablado por última vez:

“Jeon Jungkook ya está conmigo, gracias, hermano”.

Y luego simplemente se había ido.

Eso lo había hecho reaccionar.

Fue él quién corrió hasta el apartamento de Jungkook, nadie le había abierto y había tenido que llamar a la policía, para encontrarlo sin vida en el fondo de la bañera, cargada hasta sobrepasarse de agua, con la caja de pastillas a un lado.

Lloró sin sentido.

Podía estar feliz.

Al final Jungkook y Jimin estaban juntos.

   ...

Voicemail [Kookmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora