ACCIDENTE

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Después de tanto llorar me había quedado dormido, me desperté, eran ya las 5:00 pm, tenía los ojos hinchados y me sentía muy débil, con lentitud me levante y me vestí con un traje negro. 10 minutos después sonó mi celular...

—Demián no podré ir por ti, ¿Te parece sí nos vemos en la casa de Isa?
—Sí, pásame la ubicación.
—Ya te la mando, nos vemos allá. Chao

Colgué y recibí la ubicación, no era su misma dirección, era una totalmente distinta a la que yo recordaba. Tome mi abrigo porque amenazaba la lluvia y salí al estacionamiento en dónde estaba mi auto, era un mercedez, me gustaban bastante los autos y este era especial, su favorito de mi difunta madre.

Subí y me puse en marcha, trataba de mantener la calma. De pronto empezó a llover, el tráfico aumentó. Cheque mi móvil y tenía un mensaje de Erick que decía: "¡Demián apresurate, están por llevar el cuerpo de Isabel a cremar!"
Eso debía ser una maldita broma. Empecé a perder la cordura, estaba desesperado, solo quería verla una vez más.

Decidido salí del carril para tomar un atajo, había demasiada lluvia, el coche comenzaba a atascarse y decidí volver a la carretera, no venían vehículos así que no me fue difícil volver, llegué a las vías del tren, las señales estaban descompuestas, no veía nada a través de la lluvia densa y no podía ver o escuchar sí se avecinaba el tren, los autos silbando detrás del mio me sacaron de mi trance y decidí arriesgarme, pase sin dificultad, agradecí no haberme accidentado.

El tiempo empeoraba y yo más tardaba en llegar, no quería llegar tarde, quería llegar a tiempo, no quería que pasará como la vez que me abandonó, ese día llegué tarde a buscarla y no la encontré, pero esta vez sería diferente.

Pise el acelerador estaba a aproximadamente 10 minutos de la dirección cuando de pronto un auto frente a mi comenzó a patinarse y se impactó contra mi auto, sentí que mi auto se volcaba, escuche fuertes estruendos, mi cabeza se había golpeado contra el volante, las bolsas de aire me estaban ahogando, sentía un sabor a óxido en mi boca, suponía que sería sangre, mientras perdía el conocimiento, escuché gritos y fuertes explosiones. No había llegado a tiempo, nisiquiera había podido llegar, no pude verla por última vez, la perdí.

Demián: I...s...bel...

Dejé de buscarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora