El olor a alcohol abundaba por todo el lugar y llegaba a pegarme las zapatillas al suelo de las bebidas derramadas, las chicas se refregaban sobre el miembro de los chicos y la sonrisa en las caras de ellos no me sorprendían. El humo llego a mi rostro haciéndome estornudar para luego toser, con mi mano ventile frente mi rostro para esparcir el humo que confirmándolo era marihuana. Busque a mi alrededor a mi prima Mary, se suponía que iría al baño pero no regreso.
¿Dónde estás?
Mis ojos alcanzaron a ver una cabellera rubia reconociéndola, su cabeza se movía haciéndome saber que estaba hablando en el grupo de chicos que la observaban y sonreían, camine hacia ella en lo que me aproximaba vi que eran cuatro chicos con los que hablaba. Toque su hombro y rápidamente giro, al verme me abrazo.
—¡Alessa! ¿Dónde estabas? Te estaba buscando.— Dijo haciendo un puchero.
—Estaba donde me dijiste que te esperara.—Farfullé.
Sus ojos miraron más allá perdida. Estaba ebria. Volvió a recomponerse ignorando mis palabras y me sonrió.
—Mira Less te presento a Mike, Chris, Ethan y Owen. Chicos ella es Alessa mi prima, yo soy la Barbie y ella es la Bratz. ¿Las conocen?— Se balanceo robando la botella de cerveza de uno de los chicos, dio un sorbo y varias gotas cayeron por su babilla. Fruncí el ceño.— Alessa es la más linda de las dos, que digo, de toda la familia.
Jamás estuve ebria, ¿De enserio se dicen tantas idioteces juntas? Los muchachos me dieron una mirada de arriba abajo sonriendo, mi prima a pesar de su estado de ebriedad lo notó.
—Pero es totalmente aburrida, no sabe divertirse.—Rió y me sentí mal por un momento.— Pero bueno, aquí tiene a Barbie con quien pasaran la mejor noche de sus vidas.
Miré a los chicos quienes la miraban hacer el ridículo excepto uno, el de ojos claros me observaba seriamente. Su mandíbula se encontraba apretada, sus manos estaban en los bolsillos de su jean y a pesar de que me miraba era una mirada sin expresión. Sentí mis mejillas calentarse y decidí centrarme en mi ebria prima.
—Toda Barbie necesita a su ken, ¿verdad?— Dijo el rubio, Chris si no me equivoco. No pude evitar enarcar una ceja ante tal estupidez.
¿Acaso no tiene neuronas? Este chico era todo un bruto.
—Creo que lo que mi prima necesita es un vaso de agua y sentarse, ¿serían tan amables de ayudarme?— La señale con la cabeza.
— Claro, Owen búscale un vaso de agua, Mike ayúdame a llevarla al sofá y Ethan..— El chico de antes le dio una mirada que me puso los pelos de punta. El rubio entendió la mirada.— Ethan has lo que te plazca. Vamos chicos.
Los chicos se dirigieron al living plagado de jóvenes, le di una última mirada a Ethan y camine hacia la cocina, dentro habían chicos haciendo fondo y una pareja besándose mientras se frotaban. Negando camine hasta el refrigerador donde saque una botella de agua, di un trago sintiendo que el calor se me iba. Unas manos se apoyaron a cada lado de mi cuerpo, di vuelta preparada para tirar la botella al pervertido que me había encerrado pero todo se detuvo al encontrarme con esos ojos claros que en estos momentos pude ver que eran azules. Sus ojos se movían por todo mi rostro y lamio su labio inferior suavemente, pude ver el destello de lo que sería un piercing, su cuerpo se acercó más al mío y sentí que volvía a entrar en calor.
—Alessa, ¿cierto?— Susurro roncamente en mi rostro agachándose hasta estar frente a frente. No me había dado cuenta de lo alto que era, me sacaba una cabeza.
—S-si, Lessa.— Senti que mi lengua se trababa y es que estaba demasiado nerviosa. Era la primera vez que un chico invadia mi espacio personal de esta manera y no solo eso, era un chico demasiado guapo.
Nunca entendí porque los chicos en mi instituto se acercaban a mi, intente muchas veces entablar conversación con algún pero jamás pude llegar a una amistad, me huían como si fuera la peste en persona. Mi madre siempre me dijo que era hermosa y debería hacer amigos pero jamás los tuve, solo dos amigas que conocí vía Facebook.
Por esta razón había decidido cambiarme de instituto, estaba cansada de sentirme odiada sin razón alguna, tuve la suerte de que mis dos amigas sean de la misma ciudad y cambiarme a su instituto. Cuando fui aceptada las tres vía Skype pegamos un grito al cielo. Jamás me había sentido tan feliz.
—¿Eres de aquí Lessa?—Observó mis labios y sonrió cuando trate de hablar y no salió nada de mi boca.
Decidí dejar la timidez a un lado y relajarme. Tratando de encontrar las palabras, solté:
—No, soy de Atlanta. Solo estoy de vacaciones aquí.— Intenté sonar relajada y le di un largo sorbo a la botella.
—¿Y en que preparatoria estudias Less? — De golpe Lessa ya no me gustaba, Less me encantaba.
—¿Por qué quieres saber tanto de mí? ¿Eres un acosador o algo así? — Tengo la voz de mi padre en mi cabeza diciéndome 'Hija no pases información personal a gente desconocida'. Estaba agradecida por sus palabras porque por más que sea demasiado sexy no le daría información, al menos no ese tipo de información.
—Seré todo lo que quieras que sea.
—¿Estás seguro de eso? —Sonreí divertida logrando que enarque una ceja.
—Dime que se te ha venido a la mente chiquilla. —Con total confianza se apoyó en sus brazos inclinándose más hacia mí.
—Si en algún otro momento nos volvemos a ver, serás mi esposo.
Sus ojos me dieron una mirada intensa y luego vi un brillo.— Hecho.
Sus manos pasaron por mi cintura pegándome a su pecho, su aliento choco contra mi boca y sentí el olor a menta en mi boca, sin exagerar.
—¿Por qué hueles a menta cuando tienes un vaso lleno de alcohol? —Susurre mirando sus labios.
—No bebo alcohol, era agua. No quiero ser un alcohólico, mastico chicle para controlar la tentación de tomar. —Sus labios rozaron con los míos. — Aunque acabo de encontrar una nueva tentación.
¡Esperen un segundo! ¿Estoy por tener mi primer beso? Que el mundo se detenga por favor y saquen cámaras que necesito mandarle esto a mi abuela.
Sus labios tocaron los míos suavemente y sentí mi estómago hecho un revoltijo, dicen que los primeros besos son horribles pero no se sintió para nada a algo asqueroso, todo lo contrario y cuando abrió su boca con su piercing pidiendo entrar en mi boca se sintió increíble. El chico si sabía lo que hacía, su mano se posó en el costado de mi cuello ayudándome a seguirle el ritmo, coloqué ambas manos en su pecho sintiendo su corazón latir contra mi piel. Nunca en toda mi vida había sentido algo como esto, sentí mi piel pidiendo por mas, más de él.
Cuando sentí que mi pecho ardía por aire me separe lentamente viendo su lengua pasar por sus labios y su manzana de adán moverse.
—¿Eres como dijo tu prima? — Mis dedos acariciaron su cuello.
—No, no soy para nada aburrida.— En estos momentos odiaba a mi prima.
—¿Quieres ir a algún otro lugar? Quiero conocer a quien será mi esposa.
Sabia para que quería ir a otro lugar, pero por primera vez no me aterraba pensar en eso, me sentía totalmente segura y es raro como un extraño puede hacerte sentir de esta manera. Lo quería. Quería recordarlo solo a él. Sabía que era solo una noche, conocía a los de su tipo pero me sentía segura en sus brazos.
—Si, vamos.— Mis palabras lograron que sonriera y me sentí orgullosa de ser la causante de eso.
Esa noche a pesar del dolor que sentí fue inolvidable, la segunda vez que lo hizo fue increíble y la tercera vez solamente diré que fue explosivo. Trato de hacerme sentir segura y querida, obteniendo su objetivo. Ethan fue lo mejor que me pudo pasar.
Nunca me arrepentí de lo que paso...
Hasta que pasaron dos meses y allí, todo se derrumbo.
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Rumores©
Teen Fiction𝐑𝐔𝐌𝐎𝐑𝐒 ⎟ Escuché el rumor que... Se rumorea que... Los rumores vienen y van, y solo algunos son verdaderos... Como el mío. ¿Te gusta el drama? Pues entra, porque aquí todo se pondrá de cabeza. Y la única víctima soy yo. Bienvenida a mi vida...