No necesito un cabello fabuloso, ni tener tampoco unos labios hermosos.
Sustituyo estas carencias con prosas y versos en reversa.
Atrapo entre redes de palabras a la más bella mujer que mi mente pueda imaginar.
No me hace falta una sonrisa impecable o mucho menos ropa lujosa usar.
En cambio entrego maravillosos textos que conquistan a las damas en mi vida.
Puedo provocar las más fervientes emociones:
Del incontrolable amor a la insaciable pasión, pasando por el lujurioso deseo
por mi decadente cuerpo sin tocarles un solo pelo.
No hacen falta los regalos ni juglares contratados, con poemas soy esa luz
y ellas las polillas, porque incendio sus ilusiones, huyendo errante.
Y es que no importa un carajo que mi rostro haya sido tallado por mil demonios,
siendo honesto puedo mentir en mis palabras.
Porque eso es lo que hacemos los escritores: mentir.
Embelesamos lo más cotidiano, volvemos de carbón a diamantes.
Maquillamos el mundo para volverlo más bello.
Y es por eso que soy escritor.
Porque todo lo que digo y he dicho hasta aquí es mentira.
O no.
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Atentamente...
PoetryPara las historias que he no he vivido: para ustedes. Para todo lo que me has dado: para ti. Para todo lo que soy: para mi. Atentamente, Sergio Saavedra.