Cerró su maletín y suspiró. Ese día había sido una jornada muy larga en la universidad y sus ojeras lo evidenciaban, sus ojeras y su dolor muscular de igual manera lo hacían. Aunque pensó que el dolor muscular se debía a la golpiza que su esposo y él se dieron mutuamente la noche anterior.
La vida con Yoongi no era fácil; lo supo desde la primera pelea que tuvieron cuando apenas tenían dos semanas de noviazgo, cuando terminaron por primera vez y regresaron a la semana.
¿El motivo de la pelea? Celos. Siempre habían sido los celos.
Al principio, agachaba la cabeza y se disculpaba con él. Pero luego, dejó de amedrentarse y comenzó a enfrentarse a él. Al principio no eran más que insultos pero luego, los insultos pasaron a ser golpes y de golpes mínimos pasaron a ser golpizas entre ambos.
Se separaban y después de una o dos semanas, regresaban porque no eran nada sin el otro, porque eran demasiado dependientes del otro que no podían vivir separados siquiera por unos cuantos días.
Era enfermizo, era tóxico pero les gustaba y nadie podía hacerles cambiar de opinión. Ni sus mejores amigos, ni su propia familia había podido hacer que alguno de ellos dos cambiara de opinión en lo más mínimo y temían, ¡claro que lo hacían!
La policía o un psicólogo, no cambiaría nada, lo intentaron y fallaron. Nadie podía hacer nada al respecto, era inútil.
—Hoseok-ah, ¿ya te vas a casa?
El mencionado asintió sin siquiera dirigirle la mirada. La mujer de casi treinta y siete años apretó los labios en una fina línea, aquel hombre era muy atractivo y no sabía de que tuviera alguna pareja, creía que era una buena oportunidad. Medio personal lo creía y muchos apostaban por ver quien se acostaba con el "joven e introvertido profesor de literatura".
Young-Mi se aflojó los primeros botones de su blusa hasta el punto de que se vieran gran parte de su voluptuoso pecho, buscando seducirle con su terrible encanto femenino. Hoseok no se dio cuenta y procedió a retirarse del aula de profesores para irse a casa, Yoongi ya debería estar esperándolo para cenar.
—Hasta mañana, Young-Mi noona.
La mujer le colocó una mano en el pecho y lo detuvo. Sin pensarlo, sin razonar se lanzó a atacar el cuello del hombre castaño quien no se inmutaba antes las acciones de su mayor, ¿le estaría gustando, ya cayó en sus redes?
Hoseok la detuvo y la empujó suavemente, negó con la cabeza y salió del aula, cerrando la puerta detrás de sí. Young-Mi no pudo evitar quedar en shock y posterior a eso, llorar de la humillación que estaba sintiendo en ese momento. Era una mujer sensual, bonita, ¿por qué la rechazó?
Fácil, Young-mi. Hoseok es casado. Pensó la mujer con una mueca de decepción.
Camino a casa, iba viendo la hora poco a poco. No estaba tan tarde, así no tendría que aguantarse el escándalo que haría Yoongi por llegar siquiera un minuto después de la hora de cenar y cuando llegaba tarde, nunca creía las cosas que le decía que eran ciertas pero el mayor prefería creer que él le engañaba con alguna de sus colegas.
Su relación era un poco difícil y a los ojos de los demás, era toxica y abusiva pero él no lo creía así. Solo tenía que adaptarse y saber tratar a Yoongi y viceversa. Aunque a veces sentía paz y tranquilidad cuando estaba sin él, era una sensación increíble.
Muchas veces le habían pedido que buscara ayuda profesional y que se separara de Yoongi, ¿para qué? No podría vivir sin él y sabía que el mayor tampoco, no la necesitaban, se amaban y eso era más que suficiente.
—Buenas noches amor —el rubio se acercó a Hoseok y lo abrazó, separándose casi al instante cuando olió un perfume femenino—. ¿Quién es esa zorra con la que te acostaste esta vez, maldito? —escupió Yoongi con odio, comenzando a inspeccionar a Hoseok.

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Kagefumi | sope
Fanfiction«Abrázame más fuerte para no olvidarte. Pronto, nuestras voces dejarán de oírse; nuestros pasos desaparecerán y nuestro amor durará por toda la eternidad.» 🚫 PROHIBIDAS las copias y/o adaptaciones. ‼️ One-shot.