Es muy divertido tener un pene

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Son las 3:53 a.m. cuando empiezo a escribir esto. Es una noche de insomnio. Ruedo en mi cama y no logro conciliar el sueño.

Es muy divertido tener un pene, sobre todo si no tienes que hacer.

Escuché una vez a una chica decir que lo mejor de su día es llegar a su casa y quitarse el bra, pues para mí llegar a mi casa y sacarme el pene es igual de liberador. Así ando por mi casa, con la verga de fuera. Hay un dicho que manifiesta "Los pájaros nacieron para volar libres."

Como aquella vez, Acompañaba a Alicia a su casa saliendo de la escuela, debía pasar a ponerse su ropa de trabajo para tomar el bus que la llevaría al consultorio donde laboraba. Creo que le estaba ayudando con sus clases de inglés, así que la acompañaría a su trabajo para estudiar ahí, "los jueves es muy raro que caigan pacientes" me dijo segura. Ella salió con su bata de enfermera de botones y un pantalón pegadito negro, yo vestía de Bermuda deportiva y playera.

Tomamos un autobús Urban, de esos que parecen foráneos: grandes, con asientos enormes y cómodos, cortinitas en las ventanas. Nos sentamos casi hasta atrás, no había mucha gente. Hablábamos de frivolidades. Alicia no es muy guapa, pero tampoco nada fea. lo que me atraía de ella era su tono de piel morena. Mientras ella hablaba yo observaba su cuello y trataba de echar un vistazo en el escote de su filipina.

-¡Víctor, que traes ahí! – me dijo entre impresionada y asustada. Yo tenía una erección y el material con el que estaba hecha mi Bermuda la hacía muy evidente.

-¿Pues qué crees? tengo 21 y soy un chico sano, es normal que se me pare.

Bromeamos musitando el por qué de mi erección, todavía faltaban treinta minutos para llegar a nuestro destino.

-¡A que no te lo sacas! Ella lanzo el reto.

Mire que no hubiese nadie cerca ni observándonos. En un asiento adelante, en la fila contigua del autobús, viajaba una joven, pero estaba distraída. Yo viajaba en el lado del pasillo, y mientras continuaba echando aguas, con mi mano derecha bajaba el resorte de mi bermuda y sacaba la cabeza de mi miembro. -¡Vic, no! ¿en serio lo vas a hacer?

-No me pongas retos tan fáciles, respondí con altanería.

Deje la cabecita de mi pene de fuera y voltee a ver a Alicia. Su expresión viendo mi pene me excitó más. Levantó la cabeza y se asomó que no nos estuvieran viendo y acercó su mano a mi verga. "sácalo más" susurró, baje mas el resorte y el resto salió de un brinco. Dió con su mano derecha una caricia desde la base de mi pene hasta la cabeza, se notaba excitada, su cara se había sonrojado y veía fijamente aquello que estaba acariciando.

Baje mas el resorte y mis huevos se unieron al viaje. Me asomaba para que nuestra vecina de dos-asientos-enfrente-a-la-derecha no volteara. Cambié de mano el resorte y tome la mano de Alicia para que tomara con firmeza mi verga. -¡No manches Vic, estas bien loco! me decía mientras empezaba a masturbarme en el autobús.

Yo estaba claramente excitado. Los asientos de esos autobuses no dejan ver con facilidad lo que hacen los pasajeros y empecé a acariciar la rodilla de mi compañera. Subía con mis dedos hasta llegas a su ingle, ella seguía jalándomela, cuando toque su pubis ella abrió sus piernas casi por reflejo. Ya se notaba lo hinchado de su sexo gracias a ese pantalón pegadito y empecé a acariciar su entrepierna

-Vic, nos van a cachar...- decía, pero no dejaba de hacer lo suyo. Por mi parte yo siempre odie que los zipper de los pantalones para mujeres fueran tan cortos, como para poder meter unos dedos discretamente, tenía que conformarme con tocarla sobre el pantalón, pero sentía como estaba caliente e imaginaba lo húmedo que estaría.

Mi verga ya estaba húmeda y había mojado la mano de Alicia, sentía tanta envidia que yo no podía masturbarla como se debe, en un momento yo estaba cuidando que nadie nos viera. Ella se medio volteó para agarrarme los huevos con una mano y seguirme jalándomela con la otra. Ya no hablábamos, solo hacíamos lo nuestro. Yo hundía lo mas que podía mis dedos en lo que sentía era la división de sus labios y trate, sin éxito, de meter la mano. Ella rápidamente se desabrocho el botón del pantalón y se sentó de frente, volviendo su mano a mi verga y acariciándola, yo meto la mano hasta donde pude y sentí el aroma de su sexo y la humedad que de él brotaba. Solo llegue a su clítoris, pero con eso bastaba, lo frotaba con mis dedos y ella entrecerraba los ojos, nos descuidamos de donde estábamos y solo seguíamos masturbándonos en el camión.

Una persona de enfrente se levantó para pedir la parada. Alicia dejo lo que estaba haciendo y me saco la mano rápidamente. Yo me tapé con la playera y metí rápidamente el pene.

Nos quedamos callados y quietos hasta que se bajó y el autobús retomó la marcha.

-No creí que lo fueras a hacer, me dijo mirándome a los ojos

-Ya te dije, no me pongas retos tan fáciles.

Los pájaros nacieron para ser libresWhere stories live. Discover now