Lugar equivocado.

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Estoy en la preparatoria, cada día vengo a acompañar a mi padre ya que da clases, ahora mismo me encuentro sentado en una banca de la misma, veo a muchos estudiantes pero estos parecen no inmutarse de mi presencia, puede ser la prueba el que en este momento no tenga puesta la camisa blanca característica de la preparatoria, no puedo recordar cuánto tiempo tengo aquí, tal vez 2 o 3 horas, no lo sé.
La espalda me comienza molestar, me pongo a pensar que un pequeño recorrido no estaría mal, así que me levanto y comienzo a caminar por los pasillos, mis pasos me llevan hasta el final del camino, ésta área de la preparatoria está algo deshabitada, no se miran ni estudiantes ni maestros por aquí pero hay una gran puerta frente a mí, mi consciente me dice que la abra, me apoyo con mi mano derecha para poder abrirla.

Al entrar, es una área grande, tiene escritorios y cada uno de estos tiene una pequeña lámpara las cuales están encendidas, de nuevo, aquí no hay nadie, solo escritorios, al final de la habitación hay otra puerta, me llama la atención que ésta dice "Recuperación" con letras grandes, de todo el tiempo que llevo aquí no he visto un solo banco o un salón, hay muchos estudiantes pero no hay aulas.

Al momento de querer entrar a Recuperación puedo escuchar 2 voces masculinas, estas son bajas pero entendibles.

-No puede ser que haya pasado otra vez, ni siquiera el guardia lo vió- dijo con desesperación la primer voz.

-El niño es todo un listo, pero es predecible, podemos darle unos minutos a que aparezca- dijo la segunda voz de manera relajada.

Entré por fin a Recuperación y comencé a caminar por el pasillo blanco, eran una clase de salones, cada uno tenía en la puerta una ventanilla para observar el aula, observé un aula pero éste estaba vacío, no había bancos o escritorio alguno, podía observar con claridad las paredes, eran blancas y acolchonadas. Seguí caminando ya que no encontré nada interesante, hasta que vi un estudiante, éste se encontraba recargado en el escritorio, lucía como si tuviera algún miedo o temor, no dudé en acercarme a él, toqué su hombro y éste volteó a verme.

-¿No has visto de casualidad a mi padre?- le pregunté con una sonrisa.

El chico tomó su teléfono del bolsillo, activó la pantalla, se lo acerco al oido y comenzó a hablar.

-Lo encontré- le dijo al teléfono, me tomó con brusquedad y comenzó a tironearme.

-Oye, ¿qué te pasa? sueltame- traté de forcejear pero éste no parecía tomarme en cuenta.

-En un momento lo llevo al área-dijo al teléfono, mi preocupación llegó al máximo, éste no iba bien.

Vi que el chico traía una macana con él, en menos de 2 segundos la tomé y volteé a verlo.

-Sueltame ahora- le advertí.

-No puedo- me dijo con seriedad.

-De acuerdo- terminé, con la macana le golpeé en la cabeza, el chico cayó al piso, le golpeé 2 veces para cerciorarme, aventé la macana al piso y seguí mi camino.

Comencé a correr por los pasillos blancos, los estudiantes comenzaban a observarme, todos me miraban con curiosidad, ya no quiero estar aquí.

Mi padre no estaba, ya no iba a venir por mí, los estudiantes comenzaban a acorralarme, llevaban consigo playeras blancas, entré a la primer aula posible, vi que ésta tenía una camilla, en la camilla estaba una persona recostada, ví que ésta estaba dormida, me acerqué a ella, ví que sus ojos estaban cerrados, estaba conectada a las máquinas, no parecía estar consciente.

-No deberías estar aquí- una señora comenzó a hablar.

-Lo sé, solo estoy buscando a mi padre, discúlpeme- le respondí.

-¿Por qué no estás en tu recámara?-me preguntó, la señora se encontraba a mis espaldas.

-¿recámara? Porque yo no vivo aquí, ya le dije que estoy buscando a mi padre, si no me puede ayudar me retiro- le respondí enojado.

-Si sales de aquí, ellos te encontrarán primero y estoy segura no te tratarán con gentileza, yo puedo llevarte a tu recámara, solo sígueme.- volteé a ver a aquella voz para encontrarme a una señora con una macana en la mano, ésta me golpeó provocando que cayera al suelo desmayado.

Me desperté en un aula, pero no me podía mover, estaba ¿atado?
Comencé a forcejear pero unas pequeñas cuerdas me impedían moverme.
Observé a la puerta, había un ser extraño, un ser lleno de suciedad, éste me observaba, mi desesperación hizo que comenzara a forcejear más fuerte, comencé a pedir por ayuda, el ser se acercaba cada vez mas a mí, mis manos se comenzaban a tornar rojas, el ser ya estaba frente a mí.

-Te extrañe- me susurró con una voz agria y muerta.

Solté el grito de ayuda más fuerte que haya podido nunca, los estudiantes me veían desde la ventanilla con lástima.

-Ayudenme por favor- les gritaba con lágrimas.

Desde afuera del aula, los estudiantes hablaban.

-El paciente se escapó de su recámara, comenzó a vagar por el hospital y atacó a un oficial, el doctor no debe saber que ésto pasó.- aclaró el enfermo a sus compañeros.

-¿Que hacemos con el paciente?- preguntó otro enfermero.

-Es otro de sus ataques, solo queda ignorarlo.

El paciente golpeaba el suelo con desesperación, seguía en busca de ayuda.

-Por favor, solo busco a mi papá- suplicó con lágrimas antes de que las luces fueran apagadas.

Él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora