Segunda prueba: El lobo muerto

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|| Capítulo escrito por Killed7 ||

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—En la siguiente prueba demostrarán cuánto desean entrar —dijo la voz de la persona que se había quedado con nosotros, mientras un sonido escalofriante retumbaba contra las paredes: dos metales rozándose como dos cuchillas sacando filo—. Permanecerán amordazados, ya que sería ridículo que dijeran la palabra clave en la primera prueba, ¿cierto? Si alguno grita, inmediatamente será cordero muerto. —El sonido metálico se detuvo—. Espero que tengan los huevos bien puestos porque solo tenemos dos ataúdes.

Tragué con dificultad, sus palabras habían drenado todo el líquido de mi boca y garganta para hacerlo fluir por cada poro de mi cuerpo en forma de sudor. Me temblaban las extremidades y el pulso se me había acelerado. Podía imaginar que los otros tres "corderos" estaban en un estado similar porque mi respiración no era la única que de pronto se había elevado sobre el silencio.

Cuando el sonido metálico volvió a ser constante, moviéndose de un lado a otro del salón al punto de marearme y hacerme difícil distinguir su posición, sacudí la cabeza para despojarme de la tela. Fue inútil. También busqué la luz a través del tejido, pero no distinguí formas que me ayudaran a identificar a los demás. Entonces intenté calmarme y entender qué pretendían los de la fraternidad: si estaban midiendo nuestras ganas de entrar, probablemente estaban probando cuánto estábamos dispuestos a soportar. Resistencia, resistencia, ¿qué tipo de resistencia? Si no debemos gritar, nos harán gritar...

De pronto los metales se detuvieron. El sudor descendió por mi espalda, provocándome un escalofrío. Un golpe seco, un grito estridente de alguno de los corderos y exclamaciones ahogadas de los demás. Nonononono, no puede ser, no pueden haberle cortado nada a nadie... ¿O sí? Apreté las piernas para no orinarme y las vertebras de mi columna se trabaron. Si esos tipos eran un culto satánico, probablemente estarían acostumbrados a mutilar cuerpos como si no fuera la gran cosa.

—Vaya, ahí va el primero. —Chasqueó la lengua el dueño de la voz.

Mi lengua subió, intentando pasar saliva, pero fue un movimiento áspero que me dejó un nudo de aire en la garganta, que no subía ni bajaba y me impedía respirar. Mientras mis ojos se humedecían, un escuadrón de pies entró a la habitación y cuando se detuvieron algo cayó al suelo, pesado, en medio de ellos. Lo mataron, carajo, ¿para qué necesitamos tener huevos si de primera nos van a descuartizar? Mierda, mierda, mierda. ¿Dijo huevos? Nononono, no, SeHun, no te van a cortar los huevos. Incliné el pecho hacia adelante, como si con poner la cara pudiera distraerlos de la zona baja de mi cuerpo.

Un murmullo lamentable de corderos intentando emitir algún sonido a través de los paños en su boca volvió aún más confuso lo que sucedía alrededor. O tal vez fue el pitido de fondo en mi cabeza. El escuadrón de pies se movía por la habitación y los metales chocando volvieron a las andadas. Era como una ruleta rusa, pero con cuchillas. Y me podía tocar a mí.

Cuando el sonido metálico se detuvo, cerré los ojos con fuerza esperando lo que fuera. El pitido se elevó hasta alcanzar un pico. ¿Aguantaría el dolor? Si no lo hacía, no solo no entraría a la fraternidad, probablemente tampoco volvería a casa.

El golpe otra vez. Ya tenía el grito en el último tramo de la garganta, cuando escuché a la persona a mi lado soltar un aullido que me dejó aturdido. Cayó al suelo, con la respiración agitada, y creí escucharlo sorber la nariz. Un líquido caliente alcanzó mis rodillas y automáticamente salté hacia atrás, las maldiciones amortiguadas por el paño. ¡Puta mierda, sangre!

El escuadrón de pies volvió a salir de la habitación mientras las cuchillas se afilaban de nuevo, y cuando regresaron, algo pesado volvió a chocar con el suelo. Luego se acercaron y se detuvieron alrededor del tipo que había caído a mi lado.

Proyecto: CADÁVER [Los Hombres Del Limbo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora