Érase una vez a las afueras de un gran bosque una pequeña cabaña de roble que solo estaba habitada por dos individuos: una madre de apariencia natural, de largo cabello rubio ceniza pálida, amarrado como un tomate, similar a su piel, de ojos verdes, de estatura más alta que el promedio. Vestía un vestido largo color crema, acompañado de un delantal blanco que tenía un pequeño bolsillo azulado; por otro lado, su hijo de 25 años tenía cabello grisáceo largo y cuyos mechones desafiaban la gravedad, su piel era mucho más morena que la de su madre y sus ojos eran anaranjados. Vestía una camisa blanca, un chaleco negro con corte en V, pantalones ajustados, unas botas que llegaban abajo de su rodilla con un taco de unos 0.5 cm. Acompañado de una capucha negra que llevaba siempre encima.
Una mañana, mientras tomaban desayuno en la pequeña sala, su madre le hablo lo que era bastante inusual ya que no tenían una muy buena relación.
Vexen: Hijo, necesito que me hagas un favor. -La señora le hablo con un tono más amable de lo normal dejando su taza de té en el plato-.
Xemnas: -Noto ese sospechoso tono de voz, aquel que solo dejaba salir para pedir un favor desagradable-. Si se trata de eliminar las plagas del sótano, olvídalo. No vuelvo más a ese lugar. -Finalizo demostrando su expresión de disgusto-.
Vexen: No, no se trata de eso...esta vez. Necesito que vayas a entregarle esto a tu abuela. -Se levanto de su silla con rumbo a la cocina regresando al poco tiempo con una canasta en sus manos-.
Xemnas: ¿Y esto? -Viendo la canasta con curiosidad-.
Vexen: Necesito que le lleves el contenido de esta canasta a tu abuela, es algo supe secreto e importante. Asegúrate de que no le pase nada en el camino. -Aquel tono amable de un principio desapareció regresando al tono exigente y frívolo que usualmente utilizaba-.
Xemnas: ¿Y qué puede ser tan secreto e importante? -Asomando su mano para tratar de levantar el pedazo de tela que cubría el contenido siendo detenido por su madre mediante un manotazo-.
Vexen: Eso no te concierne, definitivamente. -Al finalizar esa frase volvió a tomar asiento y beber lo que le quedaba de té-.
Xemnas: Ok...-Acepto con resignación y molestia mientras sobaba su mano golpeada-.
Una vez acabado su desayuno, el joven Xemnas fue a su habitación para alistarse y salir lo más pronto posible. Ya equipado con aquel bolso que le regalo su abuelo, un par de guantes negros con los cuales proteger sus manos y las fundas donde guarda sus "armas secretas" en caso de emergencia; regreso a la sala de estar a recoger la canasta y despedirse de su madre.
Vexen: Recuerda, la casa de tus abuelos queda al otro lado del bosque, no te distraigas por el camino. -Decía mientras acompañaba a su hijo a la puerta de la casa-.
Xemnas: Por favor, ya no tengo cinco años. -Respondió con molestia-.
Vexen: Eso no fue lo que me demostraste la ultima vez que fuimos al supermercado.
-Hace unos meses atrás-.
Durante las compras del mes, a la espera de su turno en la caja registradora, Vexen noto al revisarla canasta que faltaba un producto de la lista.
Vexen: Ah, se me ha olvidado echar el racimo de plátanos, quédate en la fila, ya regreso. -Le informo a su hijo mientras se dirigía al pasillo de las frutas-.
Xemnas: Si...Claro...-Con una sonrisa a medias viendo como como su madre se alejaba-.
En segundos la fila empezó a avanzar un poco más rápido, provocando que su ansiedad y pánico aumentara, mirando reiteradas veces tanto la caja como hacía la dirección del pasillo de frutas.
Mientras esto ocurría, en el sector donde Vexen yacía...
Vexen: ¿Maduro...o no maduro...? ¿Cual está más bueno para comer? Ahí el dilema
De regreso a la caja registradora, la fila había avanzado al punto de estar a uno de ser atendido. Xemnas, ya en un estado critico, no para de hacerse preguntas en su cabeza.
Xemnas: ¿Qué hago si me toca? ¿Qué digo? No tengo dinero y hay más gente esperando tras de mi...
Debido a todas esas preguntas no noto que ya era su turno, había avanzado de forma inconsciente arrastrando sus pies hasta quedar frente a frente con la cajera. No pudo evitar tragar su saliva nervioso y dejar que el sudor lo bañara.
Cajera: Buenos días ¿cancela con Eseemeerre o con efectivo? -Pregunto con un tono bastante amigable mientras pasaba los últimos productos del canasto-.
Xemnas: Ah...-Dirigiendo su mirada hacía el pasillo de frutas por si ocurría el milagro de que su madre apareciera-. Yo..
Cajera: Señor ¿está bien?
Fue en aquel momento en que el miedo consumió su alma, con la desesperación a flor de piel y su mente nublada por la presión; dejándose llevar por estas emociones saco sus armas de apariencia inusual, subiendo a la barra de paga iniciando así su protocolo de defensa.
Xemnas: ¡MUY BIEN TODOS QUIETOS! ¡TENGO UN PAR DE ****** Y NO DUDARE EN USARLOS! -Grito con euforia mientras apuntaba a cada persona que pudiera detectar su visión con esas particulares armas de dudosa procedencia-.
Cajera: ¡¿Señor, pero qué--?! -Está fue interrumpida por el hombre armado-.
Xemnas: ¡USTED CIERRE LA BOCA! ¡NO ME ATRAPARAN CON VIDA!
Vexen, luego de 10 minutos de minucioso análisis llego a la conclusión de que los plátanos estaban muy caros para ser comprados así que decidió volver a la caja registradora con su hijo. Una vez en el lugar observo con horror y asombro el gran alboroto que se había formado en su ausencia, el cual era liderado por su propio hijo quien se encontraba atacando a los guardias y gritando incoherencias a diestra y siniestra.
Vexen: Oh no, otra vez no...
-Ya en el presente-.
Xemnas: Oh vamos, eso fue un detalle...¡Ademas fue tu culpa! ¡Tu me dejaste ahí por unos platanos que ni compraste! -Exclamo con enfado-.
Vexen: Mi dinero no se gasta en porquerías, ademas ahora por ti estamos vetados de todos los supermercados cercanos.
Xemnas: Siempre tendremos la feria. -Dijo con un tono más relajado-.
Vexen: -Suspiro con resignación ante tales palabras-. como sea, antes de que te vayas te daré el consejo que me dio tu linda abuela cunado yo partí a ver a la mía.
-Hace décadas atrás-.
Xehanort: Escucha con atención Vexen, porque lo diré solo una vez, eres feo como la gonorrea y estúpido como las curaciones de ese sujeto llamado Donald. Si alguien que controle el fuego viene a matarte te dejas ¿ok?
-volviendo al presente-.
Vexen:¡Malditos traumas de la niñez! Como sea, buena suerte hij...¿hijo? -Noto algo tarde que su hijo no se encontraba más en frente suyo y solo se quedo buscándolo con la mirada-.
Y así fue como Xemnas se aventuraba en lo más profundo del bosque en busca de la casa su abuela que se encontraba al otro lado de este, pero, él nunca sospecho que ese fue el mayor error de su vida....
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Nota de los autores:
Si llegaste hasta aquí ¡FELICIDADES! Has perdido valiosos minutos de tu vida y si solo viste el final por curiosidad...¿qué hace aquí? Vaya a leer todo, no joda' (?) okno uwu.
Siendo mas serios, esta historia nació de un rol ya por el año 2016 y hemos decidido retomarlo de una forma más "seria", no se dejen llevar esto tiene más trama que todos los KH juntos; aun así esta hecho para "entretener", es una historia llena de referencias tanto del juego como de chistes de otra series o juegos.
Siéntanse libres de comentar lo que ustedes quieran, esto es solo por ocio.
Autores fuera -7-)/
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Chonicles XIII RE: Symphony of Desire
FantasyXemnas, siguiendo las ordenes de su madre emprende un viaje para poder entregar una canasta a su querida abuela al otro lado del bosque, sin embargo, luego de encontrarse con un peculiar lobo es arrastrado a un sin fin de situaciones bizarras junto...