Nos sentamos en una de las mesas y sin apetito le di una mordida a mi sándwich.
Alcé mi mirada, ella seguía con su hermosa y típica sonrisa, sólo que ahora me miraba a mí.
Capítulo 26
Nos sentamos en una de las mesas y sin apetito le di una mordida a mi sándwich.
Alcé mi mirada, ella seguía con su hermosa y típica sonrisa, sólo que ahora me miraba a mí.