La siguió por algunos metros hasta alcanzarla. Dudo en hablarle, dejo las dudas y la tomo de la mano, ella se detuvo en seco. Sorprendida lo volteo a ver.
- ¿Qu.. ¿qué paso? - titubo ella, se le desmoronó la confianza por un instante.
- Es que - dudo - te veo y ... secas el sonido a tu alrededor. Tus dedos tiñen indiferentes la habitación cuando los acercas a los míos y ... tu mirada empaña el aire alrededor, solo puedo verte si me miras y cuando te besas la mano con nerviosismo, solo te pienso y digo para mis adentros: "no te atragantes con tu piel desnuda, que tus labio granate caducan esta mañana, deja que les quite la caducidad" así es como te quiero.
Ella sonrió sin mascaras ni inhibiciones.