¡Hola a todxs! Llevo tiempo pensando en escribir algo sobre Ley y Orden, espero que os guste. Este es un FF de un solo capitulo (el cual siempre se puede ampliar si gusta, sino no ;D).
Espero que disfrutéis leyendo. ¡Ya me diréis!
Barba me miró, siempre parecía saber lo que yo estaba pensando.
- ¿Te apetece una cerveza, Olivia? Nos la hemos ganado - y tenía razón, habíamos cerrado un caso después de varias semanas de duro trabajo. Había habido algún momento en el que había dudado en que lo cerráramos pero no, tenía un equipo fantástico.
***
El club se había vuelto un habitual en los años en los que llevábamos trabajando juntos. Aquella cerveza se había vuelto cómo una especie de rutina entre ambos, siempre en la barra y en los mismos taburetes. Nuestra rutina era... reconfortante.
Había perdido la cuenta de los años que llevaba enamorado de aquella mujer. Su carácter y su perseverancia la hacían perfecta. Sabía dónde estaba el bien y dónde estaba el mal, no se dejaba doblegar.
- ¿Cómo van las cosas con Tucker, Liv? - ella, a través de aquellas gafas que, a veces, solía llevar, me miró. Después pegó un largo trago de su botella.
Esperé a que hablara, no tenía ninguna prisa. Con ella no.
Se encogió de hombros.
- No sé... - suspiró -. No lo sé Rafael, es... complicado... - volvió a beber -. No es como al principio... No es el Tucker que conocí después de... bueno, ya sabes...
Asentí.
- Es como si hubieran dos Tucker...
- ¿Eres feliz Olivia? - le pregunté cogiendo la mano por encima de la barra.
- El otro día hablé con Elliot...
Y ya no dijo nada más, su cabeza había volado a otro lugar.
- ¿Puedo preguntarte algo? - ella me miró -. Cuando erais compañeros ¿llegaste a acostarte con él?
- No - su respuesta fue rotunda.
- ¿Pero lo llegaste a pensar? - volví a preguntar.
- Barba... ¿Por qué hablamos de esto? ¿Por qué hoy?
- No tenemos que hacerlo si no quieres Olivia... Es un tema como tantos otros y sabes que puedes confiar en mí, somos amigos.
- Confío en ti Barba, pero no entiendo a que viene esto, a por que quieres hablar de esto después de tantos años de conocernos...
La miré.
- Según tu, las cosas no van bien con Tucker y, como tú acabas de decir, el otro día hablaste con Stabler... Tal vez estés buscando algo más, Liv. No sé... tal vez una nueva relación, un lio de una noche, recuperar sentimientos pasados, ...
- ¿PERDONA? No voy a romper un matrimonio solo por estar pasando una mala época, Barba. Entre Elliot y yo no hubo nada y no lo habrá nunca.
- Está bien, perdona Olivia - levanté las manos en señal de rendición -. ¿Y de todo lo demás que te he dicho?
- Tampoco.
Asentí.
- ¿Entonces... que vas a hacer con Tucker?
- No lo sé... Necesito pensar... No es fácil... Lo he querido... Y Noah lo quiere, lo ve como una especie de padre.
- Ya... - bebí otro sorbo -. ¿Cómo esta Noah? Hace mucho que no lo veo.
Olivia me sonrió.
- Sabes que siempre eres bienvenido a casa, Rafa. No vienes porque no quieres - me picó.
Reí y alcé la botella.
- Tu también eres bienvenida a la mía, Olivia. Siempre que quieras y para lo que sea. Para lo que sea - repetí.
***
Dos noches más tarde...
- ¡Ya voooy! - grité yendo hacia la puerta -. Liv, ¿estás bien?
Negó con la cabeza, había estado llorando.
- Tucker y yo hemos discutido... otra vez. Necesitaba salir de ahí y no sabía dónde ir...
- ¿Dónde está Noah? - pregunté viendo que con ella no venía nadie.
- Dormía en casa de un amigo. Al menos no ha tenido que escuchar otra discusión...
- Ven, pasa, voy a servirte una copa.
- No. No quiero alcohol.
- Esta bien, ¿y que quieres?
- Olvidarme de Tucker y sus mierdas, al menos por una noche - Olivia me miró -. Barba follemos, quiero joderle, pasarlo bien, ser yo misma esta noche. Contigo. Con mi amigo. "Para lo que sea", ¿recuerdas?
Sonreí.
***
La boca de Olivia mordió la mía, estaba furiosa. Le arranqué la camisa con fuerza, sin importar que los botones saltaran por los aires. Sus piernas, enrolladas contra mi cintura, hacían presión sobre mi entrepierna. La llevé a mi habitación y la tumbé en la cama. Se sacó el pantalón mientras yo me deshacía de toda mi ropa.
- Ven aquí, Rafa.
Me senté a ahorcajadas sobre ella y volví a besarla. Mis manos recorrían aquel cuerpo que tantas ganas tenía por conocer. Sus pechos, duros y firmes, dejaron ver a dos pezones erectos y excitados por la situación. Ella gimió. Yo también.
Sus manos agarraron mis glúteos y los empujó hasta ella, hasta quedar más pegados de lo que ya estábamos. Bajé mis manos y acaricié sus piernas. Ella reía.
- Tenía que haber echo esto antes - creí escuchar.
Mi cadera se movía sobre la suya, alternando los ritmos: primero rápido, después enlentecía las embestidas para luego volver con fuerza. Mis labios besaban su cuello. Y, de vez en cuando, ella se acariciaba los pechos.
El primero que se corrió fui yo, pero seguí hasta llevarla al orgasmo. No quería perderme nada de aquel momento. Antes de que sucediera, sus piernas volvieron a cerrarse sobre mis caderas. Llevado por el momento y por aquella incertidumbre de no saber si se volvería a repetir, llevé mis dedos a su centro: irradiaba fuego. Olivia volvió a gemir al sentir como me colaba en su interior. Se corrió soltado un:
- ¡Jodete Tucker!
Después rompió a reír, yo me uní a ella. No por haber sido "utilizado" - que no me importaba en absoluto -, sino por la endorfina, la dopamina y la serotonina que me envolvían en ese momento.
Nos acomodamos en la cama y nos quedamos mirando hacía el techo durante unos minutos. Los justos para recuperar la regularidad en la respiración.
- ¿Repetimos?
- Siempre que quieras - le aseguré besándola mientras se subía sobre mí.
The End

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Para lo que sea
ФанфикLa inspectora Olivia Benson y el fiscal Rafael Barba celebran que han cerrado otro caso más en su local favorito. Y...