El Gran Plan

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Sasuko Uchiha, una joven adulta de 25 años, consideraba que después de terminar un día agitado y estresante en el trabajo, no existía nada mejor que llegar a su apartamento, quitarse los infernales tacones, tomar una ducha caliente y comer chucherías mientras veía televisión desde un sofá. En pocas palabras entregarse a la pereza y gula, olvidándose totalmente del mundo.

Y vaya que le vendría bien olvidarse por un rato de su vida laboral, actualmente contaba con un empleo cómo ejecutiva en una institución financiera internacional muy famosa y exitosa en Japón, llamada: Akatsuki Corp.

Con semejante prestigio detrás no era raro que los empleados estuvieran siempre en un perpetuo estado de estrés.

La mayor parte del tiempo tiempo, Sasuko permanecía sentada en su escritorio con la vista puesta en un monitor de computadora, leyendo historiales crediticios de múltiples clientes y llamándolos cuando se necesitaba, entre otras cosas. Esas eran sus operaciones diarias.

Todo esto se sumaba a las asistencias a las eternas y aburridas juntas corporativas mensuales con los jefes, que duraban más de 2 horas, y que tocaban los mismos temas de siempre: buscar estrategias con el fin de atraer más clientes que inviertan en la compañía.

En la más sincera opinión de la Uchiha, para atraer más inversionistas sólo se necesitaba el don de la palabra y convencimiento y mucha mucha paciencia. Pero los líderes de Akatsuki Corp nunca estaban satisfechos.

En fin, ya estaba en su casa y era hora de dejar estos pensamientos.

-Por fin puedo descansar de estas estacas del demonio...-comentó aliviada Sasuko al desprenderse de los tacones y sustituirlos con unas planas pantuflas de casa. Tomó el calzado formal y lo depositó en ua pequeña repisa de madera, que tenía para guardarlos cerca del recibidor.

Algunos días la jornada laboral resultaba agotadora, no obstante era el precio a pagar por elegir la independencia de sus padres y la empresa familiar que los precedía, Uchiha Corp.

Uchiha Corp. se trataba de una empresa dedicada a la fabricación de piezas automotrices, que se distribuyen en las principales manufactureras de automotores dentro del país. Cabe mencionar que la mayor parte de los inversionistas descendían del ancestral clan Uchiha, una familia famosa desde el período Edo.

Por ello, los sucesores actuales, vivían bajo un estricto régimen tradicional, el cual consistía en que las mujeres y los hombres se casarán jóvenes, después de los 25 años, con el objetivo de engrandecer el linaje, pues la posibilidad de tener muchos niños era alta. Asimismo el consorte de un integrante Uchiha, generalmente provenía de una estirpe, cuyo prestigio era de un nivel social elevado.

Sasuko estaba segura que si se hubiera quedado en Kyoto como sus padres deseaban, ya la estarían presionando con que se casara con algún candidato sugerido por su padre. Y se hubieran librado discusiones acaloradas al respecto, ya que para la joven Uchiha estas "tradiciones" no hacían más que fastidiarte la vida.

Desde que tuvo uso de razón las reglas que regían a las mujeres Uchiha eran demasiado estrictas, apegadas a la refinación, elegancia femenina, servicio al esposo, entre otros aspectos.

Todos esos temas a Sasuko le importaban un pepino, pues algo tenía claro no iba a ser la sirvienta de nadie ni una incubadora de niños.

Bien le había dicho Itachi, su hermano mayor, si quería salir y conocer el mundo, liberándose del yugo de sus padres momentáneamente, la mejor opción consistía en elegir la universidad de Tokyo, tal como él lo hizo en su tiempo.

A Sasuko le costó algo de trabajo convencer a sus padres pues estos temían que su hija menor no se pudiera valer por sí misma, debido a que desde su niñez tuvo sirvientes en casa que solucionaban todas sus necesidades y caprichos.

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