Persiguiendo el rastro furtivo de tus intenciones, ante la ferocidad de tu tacto.
En la ferviente noche de luna llena, el calor agresivo de tus besos penetrates en mi boca, me llevaron a bautizar nuestro encuentro como impetuoso.
Ese día la oscuridad me tendió la mano, me abrazo con su piel de noche estrellada, la hice mía y juntos creamos luz.
En mi tormenta interior un faro iluminó algo que creí olvidado, un clímax al mirar tus ojos aberrantes de belleza, se derritieron mis sentidos y nuestro alrededor tenia un aire desangelado.
Fue imposible contener las mariposas.
